Bohemian Rhapsody: Enseñanzas para la vida real a partir de una película de ficción
Los procesos educativos actuales se nutren de una diversidad de herramientas no curriculares: documentales, comics, Netflix, videojuegos, internet, programas de televisión, cine. La aproximación a un esquema que permita enriquecer la sensibilidad de nuestros estudiantes y ampliar sus criterios se basa, según las nuevas tendencias teóricas, en incluir la apreciación de expresiones artísticas clásicas y contemporáneas y promover el contacto con aquellos momentos de la historia mundial que marcaron a fuego a diversas sociedades. Por ello, fenómenos de masas como la reciente película acerca de la vida del cantante birtánico Freddie Mercury, líder de Queen, deben ser tomados como oportunidades para aplicar esa técnica y aprovechar su impacto como fuente de aprendizajes múltiples sobre este personaje, su contexto y trascendencia, además de ciertas enseñanzas prácticas para la vida real, a partir de los elementos ficticios asociados al guion cinematográfico.
A simple vista, podemos pensar que Bohemian Rhapsody, la taquillera película basada en la vida y trayectoria del cantante Freddie Mercury, del grupo de rock Queen, que cosechó éxitos comerciales y amplia fama en las décadas de los setenta y ochenta, es solo un producto de entretenimiento de fin de semana, un motivo para olvidarse de nuestras obligaciones y escuchar a todo volumen una serie de canciones de otra época. Sin embargo, como casi todas las manifestaciones de la cultura pop, este film ofrece también información de calidad acerca de determinados momentos socioculturales que se vivieron en el mundo, y que merecen formar parte de la cultura general de las nuevas generaciones.
Esta película tiene dos niveles de impacto: por un lado, ha generado una positiva reactualización de la música que grabó Queen hace 20, 30 y 40 años -la canción que da título al film fue compuesta y grabada en 1975, hace exactamente 43 años-, interés que se refleja en las estaciones de radio y en servicios de venta de música a través de internet, colocando estas grabaciones tan antiguas al mismo nivel de popularidad que otras expresiones musicales actuales, de inferior calidad, como las que dominan las preferencias del público juvenil, que no requieren preparación ni talento extremo para su ejecución.
Esto significa que toda una nueva generación de jóvenes está escuchando, quizás por primera vez, guitarras eléctricas, pianos, bajos y baterías tocados con destreza y precisión; armonías vocales complejas muy cercanas a la ópera que se combinan con el rock y que necesitaron de arduo trabajo y técnica para verse plasmadas en un disco. Los padres que conocieron la música de Queen llevan a sus hijos a ver la película, y todos salen emocionados por la calidad de estas composiciones hoy consideradas clásicos de la música contemporánea.
Por otro lado, tenemos los temas transversales que resultan tan vigentes en la actualidad, como el sentido de lealtad que a veces se ve cegado por una ambición desmedida, los efectos negativos de una vida de excesos (el artista fue uno de las primeras figuras públicas que padeció del SIDA a inicios de los años noventa), el valor de la amistad y la familia, los conflictos de identidad sexual, la solidaridad de un evento musical organizado para ayudar a las poblaciones hambrientas del África (el concierto Live Aid de 1985, con el inicia y termina la película, recaudó millones de dólares para esta causa), la pasión y compromiso de cuatro músicos talentosos que persiguen sus sueños atravesando pruebas y diversos obstáculos en una época en la que no existía el YouTube, las redes sociales ni los concursos de imitadores que hoy facilitan tanto las cosas a jóvenes aspirantes a la fama y la fortuna del mundo del espectáculo.
No es, por supuesto, la primera película que utiliza el poder de la imagen y los giros de un guion creativo para impactar en la sensibilidad de sus espectadores y conectar, desde el punto de vista emocional, hasta el punto de generar reacciones de identificación, tristeza, alegría, rechazo o empatía hacia una situación determinada. Pero el hecho de que el personaje central sea una estrella pública ampliamente conocida por su talento y su vida tormentosa le da un extra a la naturaleza humana del film. Como educadores, es nuestro deber trascender el papel de simples "asistentes al cine" para extraer algo más, algo que sirva a nuestros alumnos. Con creatividad y ojos abiertos, lo podemos lograr.
NOTA: Además de su impacto taquillero -la película se estrenó hace un mes y sigue llenando salas en todo el mundo- la película Bohemian Rhapsody ha generado también reacciones entre la comunidad de fanáticos y seguidores de Queen, a niveles más específicos de conocimiento y análisis. Fuera de los aspectos meramente cinematográficos (calidad de actuaciones, guion y diálogos, manejo de la imagen, etc.) hay intensos debates sobre las imprecisiones históricas en varios pasajes del film, que alteran la realidad bajo licencias artísticas, para dar más énfasis al mensaje y retrato que se hace de lo que fue la verdadera personalidad de Freddie Mercury, para muchos expertos el mejor vocalista de rock de todos los tiempos.
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