Congreso Encinas 2020: “Hogar y escuela deben trabajar juntos” (Prof. César Bazán)
De las diversas conferencias que destacaron durante el X Congreso Internacional de Educación Encinas, hoy queremos compartir con ustedes un resumen de la ofrecida por el educador y consultor César Bazán Saavedra, catedrático universitario y actualmente colaborador de la Fundación SM. El profesor Bazán estuvo en nuestro programa radial/televisivo Escuela Abierta ampliando algunos de los temas que formaron parte de esta ponencia, una de las que mejores comentarios obtuvo por parte de los maestros presentes en el auditorio.
En los últimos años hay desavenencias entre la familia y la escuela. Antes se decía en las escuelas, en relación a los padres, “mientras más lejos, mejor”. Hoy nos hemos dado cuenta, a través de estudios internacionales, que la familia y la escuela coproducen el aprendizaje de sus hijos y de nuestros alumnos. Entonces tenemos que estar unidos.
Los padres tienen que asumir también su responsabilidad precisamente, como padres. Muchos quieren ser solo amigos de sus hijos y terminan por dejar de ejercer como padres, deben constituirse y consolidarse como autoridad. “Autoridad” no es una mala palabra, viene del latín “augere” que significa “hacer crecer”. Se dice que es una novedad esto de los diversos tipos de familias que hoy existen, pero no es tan nuevo en realidad. Desde hace muchos años han existido, por ejemplo, las familias monoparentales. Un padre o una madre que enviudan o se separan. Hay familias troncales donde participan los abuelos, los tíos, los primos. Pero siempre que ocurren cosas poco comunes a la norma, eso nos asusta, nos preocupa.
Esta relación hogar-escuela es de extremos. Por un lado tenemos a los padres que se alejan totalmente del colegio, se limitan a depositar allí a sus hijos para que se encarguen los maestros. Y, por otro lado, tenemos a las escuelas que a veces quieren que los padres formen parte del proceso de enseñanza. Yo considero que ninguna de estas dos posiciones extremas ayuda mucho. Necesitamos tender un puente, necesitamos humanizar el espacio entre hogar y escuela. Comprender que hay familias complejas en las que uno tiene, como profesor, que ir más allá de lo que le compete. La idea es acercarse, apoyar en momentos difíciles, la famosa pedagogía de la ternura, intentando descubrir qué hay más allá.
El nivel de cercanía debe depender de la filosofía de cada colegio, en la variedad está la riqueza de este tema. Hay colegios que aplican bien el tema del consenso, de las decisiones tomadas en conjunto sin desbordarse en las funciones tanto de la casa como del aula. Porque hay diálogo. Tenemos que sentarnos a escucharnos, para saber cuáles son las necesidades reales de cada estudiante.
Tenemos que apostar por una nueva educación. Se nos viene la era de la automatización, la cuarta revolución industrial en la que los patrones culturales de obedecer de modo castrense ya no estarán vigentes. Esta época se caracteriza porque ahora hay permiso para equivocarse porque allí aprendes cómo no se hace algo. A través de la evaluación podemos ayudar a aprender de otra manera a aquellos estudiantes que avanzan a ritmos distintos, ya no es el lapicero rojo la máxima autoridad. Es un enfoque totalmente distinto.
Extraído de la Conferencia Relaciones hogar-escuela (César Bazán Saavedra, jueves 20 de febrero, X Congreso Encinas 2020).
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