Educación Intercultural Bilingüe: Un desafío nacional
La inauguración de los Juegos Panamericanos Lima 2019, que se realizó el pasado 26 de julio, elogiada en todo el mundo como un emotivo homenaje a la identidad peruana, comenzó con la lectura del poema El Perú, del vate piurano Marco Martos (1942), en más de cuarenta lenguas originarias de nuestro país. En el escenario, formado por paneles de proyección LED que simulaba un apu de la cordillera de los Andes, subían y bajaban los versos en quechua, aimara, machiguenga, asháninka y tantos otros idiomas. El desafío de la Educación Intercultural Bilingüe está aun vigente, pues hace falta extender más esta área de enseñanza para proteger su valor y garantizar su supervivencia.
Una de las tareas pendientes de nuestras autoridades educativas es, por ejemplo, implementar en las escuelas públicas de Lima la enseñanza del quechua y otras lenguas originarias, como una forma de salvaguardar sus legados y no condenarlas al olvido, el paso previo a su desaparición.
Desde hace décadas vemos cómo diversas autoridades pasan por alto este tema y ni siquiera ingresa a la agenda de modificaciones curriculares. Mientras tanto, la cantidad de quechua hablantes se reduce cada vez más, y de manera proporcional aumenta la incomprensible vergüenza que ellos mismos tienen de expresarse en su lengua materna.
Como manifiesta experta en lenguas amazónicas Lucy Trapnell Forero, una de las autoras del tomo 14 de nuestra Colección Pensamiento Educativo Peruano, dedicado a la evolución de la Educación Intercultural Bilingüe, los niños en zonas de la selva peruana, criados en familias nativas, aprenden su lengua directamente de sus padres y abuelos pero, al ingresar al nivel Secundaria, por lo general pasan a escuelas ubicadas en ciudades, capitales de región o incluso migran a Lima. Allí, las presiones sociales propias de la adolescencia hacen que estos jóvenes dejen de usar, por no avergonzarse, lo aprendido en su infancia al punto que llegan a olvidar su lengua materna, convencidos de que solo el español les será útil para insertarse en el competitivo mercado laboral.
Esta situación está tratando de revertirse con el apoyo a la EIB y su inclusión en las últimas versiones del Currículo Nacional de la Educación Básica Regular, pero aun queda mucho por hacer para que todos los peruanos sintamos un orgullo real y defendamos la riqueza cultural de esta diversidad lingüística, que debe dejar de ser un aspecto relacionado únicamente al folklore para convertirse en el activo global que realmente posee. Nuevamente parafraseando a Trapnell: cuando un niño de Cusco, Ayacucho, Pucallpa o Madre de Dios llega a Lima sabiendo su propia lengua y el español ya tiene una ventaja por encima de los capitalinos porque es bilingüe. Si además aprende inglés y una lengua adicional, su perfil académico se incrementará.
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