John Cage, Simon & Garfunkel y un clásico de nuestra música

John CageAsociar ideas, unir conceptos en apariencia disímiles, es una de las principales características del llamado pensamiento abstracto. La capacidad humana -potencialmente existente en cualquiera de nosotros- para realizar estas conexiones entre diversas fuentes de información y conseguir, como resultado, una idea o concepto propio, un conocimiento que se inscriba a fuego, como los recuerdos, en nuestra inagotable base de datos, necesita desarrollarse y para ello, los maestros son fundamentales para propiciar las condiciones propicias para que cada clase se convierta en generadora de esta actividad cognitiva. Más que brindar datos fríos, el profesor debe conectarlos, con el objetivo de estimular esas poderosas redes cerebrales que todo alumno, independientemente de su rendimiento medible en notas, posee. Veamos aquí un ejemplo de ello, a través de tres manifestaciones musicales absolutamente disímiles, en apariencia, pero que están coherentemente unidas por algo más que notas e instrumentos.

El universo musical tiene la maravillosa capacidad de cautivarnos, no solo con sus armonías y melodías, sino también con las finas y elaboradas interconexiones que sus exponentes generan entre culturas, épocas e idiosincracias. En este breve artículo haremos un ejercicio que prueba esto, con tres momentos separados temporal y geográficamente, pero misteriosamente unidos por la magia de la asociación de ideas, un fascinante proceso cerebral que, bien encaminado, aumenta exponencialmente la capacidad de aprendizaje en cualquier área del conocimiento humano.

John Cage fue un compositor norteamericano, muy activo entre los años 1930s y 1970s, de poca “fama” pero gran influencia debido a su actitud innovadora con respecto al uso de objetos, no necesariamente instrumentos musicales, para darle vida a sus extrañas y vanguardistas composiciones. Su obra más conocida -entre quienes son asiduos consumidores de música clásica poco popular, se titula 4’33” (léase “cuatro minutos y treinta y tres segundos”). La obra, que ha sido interpretada por diversas orquestas sinfónicas del mundo, consiste en todo aquello que ocurre en el teatro mientras los músicos miran un papel en blanco. Son cuatro minutos y medio de silencio, aunque no absoluto, pues en cada interpretación es inevitable percibir murmullos, toses, conversaciones entre el público, etc. Se le denominó “el sonido del silencio”.

Tal frase es, a su vez, el título de una de las melodías de música popular -las antípodas de lo que cultivó John Cage durante su carrera artística- y que actualmente se toca en las iglesias, como una versión musicalizada del Padre Nuestro. The sound of silence, compuesta por el cantante estadounidense de origen judío Paul Simon, e interpretada a dúo con su socio Art Garfunkel, vendió millones de discos y es considerada, hasta hoy, una de las canciones más subyugantes en letra y música, en el mundo entero.

El dúo grabó, algunos años después de componer este tema, una versión con letra en inglés de nuestro segundo himno nacional, El condor pasa, un huayno que forma parte de la zarzuela del mismo nombre, compuesta por don Daniel Alomía Robles, natural de Huánuco. Robles, quien conocía perfectamente la escena musical contemporánea con su tiempo, jamás escuchó hablar de John Cage, y falleció diez años antes que este compusiera sus famosos cuatro mintos y medio de silencio.

El cóndor pasa (1913) de Daniel Alomía Robles; 4’33” (1952) de John Cage; y The sound of silence (1964) de Simon & Garfunkel; son tres momentos de la música universal que todo alumno de colegio debe conocer, no solo en cuanto escucharlas sino en entender qué representan, como parte de lo que en líneas formales se conoce como “cultura general”. Esta forma de asociar ideas contribuye, en este como en otros temas, a que un alumno desarrolle interés no solo por el acopio de datos sino por el desafío que está inscrito en intentar entenderlos, procesarlos y transformarlos en algo que los haga diferentes a los demás.

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5 Responses to John Cage, Simon & Garfunkel y un clásico de nuestra música

  1. Juan arango dice:

    El condor pasa, un clasico de aquellos

  2. Pedro Villalta Poma dice:

    El cóndor pasa, es una excelente cancion la recomiendo a todos

  3. Benjamín Canales dice:

    Fue un gran compositor con poca fama pero de mucha influencia.

  4. Avril Rivadeneira dice:

    Un gran compositor, innovador y vanguardista.

  5. Raul Fonseca dice:

    muy buenas canciones

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