¿Y quién fue Clemente Markham?
La palabra «Markham» sirve, en nuestro medio, para identificar a uno de los colegios privados más caros de Lima. Sus instalaciones, sus currículas y sobre todo, sus precios, lo han convertido en el símbolo de lo que significa el mito de la escuela privada como centro de educación exclusiva, de alta calidad y proyección. Sin embargo, la experiencia nos ha enseñado que de sus aulas, si bien es cierto han egresado personas que después han destacado en sus actividades profesionales, también es verdad que hay una inmensa mayoría que termina desarrollando las taras sociales y socioeconómicas que impiden nuestro desarrollo como país libre de la discriminación, el odio racial y la estratificación sobre la base de la capacidad adquisitiva de ciertas familias. Lo real es que esta palabra –Markham– es, además y principalmente, el apellido de un investigador de nacionalidad inglesa, que dedicó gran parte de su trabajo intelectual y científico al Peru, al estudio de su geografía. Conozcamos algo más de quien en vida fue Clemente R. Markham:
Circunscribir el radio de acción de la obra de Clemente R. Markham a un solo ámbito sería no hacer justicia a la gran cantidad de valiosas contribuciones al universo de la ciencia y el conocimiento general que hizo este geógrafo, botánico, explorador y escritor británico.
El precoz interés de Clemente Markham por el mundo del saber encuentra su mejor oportunidad de realización cuando su tía, la condesa de Mansfield, le presenta al contraalmirante Sir George Seymour, quien le ofrece la oportunidad de ser cadete en la Marina Real a la temprana edad de 14 años. De aquí en adelante, Markham seguiría una brillante carrera, siempre con esa inquietud por descubrir, característica muy acentuada en su personalidad.
Markham procedía de una familia con fuertes raíces clericales, siendo su padre el reverendo David Markham, descendiente de William Markham, arzobispo de York. Su madre, Caroline Milner, lo trajo al mundo el 20 de julio de 1830 en Stillingfleet, Yorkshire, Inglaterra.
El mismo año en que acepta la propuesta de Seymour, es decir en 1844, Markham se embarca en el Collingwood, un buque comandado por el mismo Seymour, y que en ese entonces se preparaba para una travesía de 4 años que lo llevaría hasta las aguas del océano pacífico. De esta manera, el célebre inglés llega en edad adolescente por primera vez hasta el puerto de Valparaíso, en Chile, y poco después al del Callao, en el Perú. De estas dos jóvenes repúblicas sudamericanas, es la peruana la que ejerce mayor fuerza de atracción sobre el investigador anglosajón.
En 1848, de vuelta en Inglaterra, su padre lo hace desistir, en un primer momento, de su intento de dedicarse a la exploración para llegar a ser geógrafo; sin embargo, una carrera naval tradicional no era lo que el joven Markham realmente deseaba. En estas circunstancias llega hasta sus oídos la noticia de que un escuadrón de cuatro naves estaba siendo dispuesto para ir en búsqueda de una expedición perdida en el Ártico.
Pese a los esfuerzos de los grupos de salvamento, no fue posible hallar a la misión extraviada, que era comandada por Sir John Franklin. En 1851, un año después de su partida, Markham tuvo que regresar a Inglaterra junto con la expedición enviada. Sin embargo, la idea de llegar a ser geógrafo, que había empezado a germinar dentro de Markham cuando se embarcó en su viaje hacia la parte sur del continente americano, en 1844, alcanza su plena madurez durante este periodo. Animado por una fuerte determinación, comunica a su padre su deseo irrevocable de abandonar la Marina Real inglesa pese a haber sido promovido al grado de Teniente.
La fascinación que el Perú había despertado en el británico lo lleva a regresar al territorio peruano en 1852. Ya aquí, se dirige a la ciudad antigua, una vez capital del Imperio de los Incas, el Cusco. Durante varias semanas se dedica a hacer apuntes en su diario sobre diferentes aspectos, tanto históricos como geográficos, sobre la región en la que estaba.
Un año más tarde regresa a Lima desde Cusco, después de cortas estadías en Ayacucho y Arequipa. Desde Lima parte nuevamente hacia Gran Bretaña al enterarse del fallecimiento de su padre.
En 1854, Markham es nombrado miembro de la Real Sociedad Geográfica. Durante este periodo, que duró 25 años, el investigador inglés organizó diferentes expediciones, entre ellas al Ártico para seguir con sus trabajos de exploración.
A Markham se le atribuye haber contribuido de manera notable en la búsqueda de un tratamiento contra la malaria al llevar, en 1860, a la India desde los Andes peruanos abundantes muestras de semillas de una planta llamada cinchona, planta que había tenido resultados positivos al combatir el mal tropical.
Trece años después de su nombramiento como miembro de la Real Sociedad Geográfica, Markham obtiene el cargo de Jefe del Departamento Geográfico de la así llamada India Office, una dependencia del Gobierno británico encargada de supervisar y administrar los territorios coloniales de Bangladesh, Burma, India, y Pakistán, todos en poder de Inglaterra en ese tiempo.
En 1893, Markham es investido con el cargo de Presidente de la Real Sociedad Geográfica, el mayor grado que dicha institución británica concede. Poco después y en reconocimiento a su notable contribución a la Geografía, este ilustre inglés obtiene el grado de Sir, cuando se le concede el título de Caballero Comandante de la Orden del Baño o Knight Commander of the Order of the Bath.
El infatigable espíritu investigador de este pionero de los estudios geográficos, ha quedado muy bien documentado en sus libros de viajes y biografías, todos escritos como resultado de sus experiencias que, sin lugar a dudas, son un ejemplo de lo que significa el rigor científico y la esencia humanista de un personaje muy relevante en del mundo de la ciencia.
Sir Clemente Markham falleció a la edad de 85 años, en 1916, en la ciudad de Londres, en su país natal, Inglaterra.
GRACIAS POR ILUSTRARNOS LA VERDAD NO SAVIA SU BIOGRAFIARA DE
DE TAL ILUSTRE PERSONAJE CLEMENTE MARKAM