Día Internacional de la Mujer: Algunas reflexiones

Día Internacional de la Mujer 2015En las últimas semanas un tema ha despertado polémica en diversos círculos sociales y profesionales, por medios de comunicación convencional y redes sociales: los contenidos de sintonizados programas de televisión comercial abierta. En vísperas de una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer, vale la pena sentarse a pensar un instante, desde nuestra profesión docente con intenciones de generar reflexión hacia una mejora en nuestra calidad de vida y desarrollo emocional, en el papel que juegan las mujeres jóvenes en este contexto que se encuentra en el centro de la atención nacional. Este domingo 8 de marzo es la fecha principal y habrá, seguramente, campañas, fiestas, ofertas en las tiendas de artículos femeninos, entre otras herramientas que dispersan la atención y modifican el verdadero enfoque que debería tener este día, establecido para conmemorar una serie de conquistas de derechos civiles de mujeres, ocurridas en Europa hace un siglo. Hoy todo esto ha quedado en segundo y hasta tercer plano para privilegiar asuntos que van abiertamente en contra del respeto que estas mujeres pioneras ganaron para su género, y que se sustentan en argumentos como el alto rating, la fama inmediata o la popularidad ganada a través de actitudes exhibicionistas, cuando no ofensivas o de nula preparación académica, cívica o emocional. En esta nota, algunas reflexiones en esa dirección:

Este domingo 8 de marzo se conmemora el Día de la Mujer, y la publicidad, que todo lo tergiversa para cubrir sus cuotas de venta mensual, ha convencido a las grandes masas que es un día para comprar regalos, separar viajes de fin de semana y “engreír” a las mujeres, satisfaciendo un prejuicioso afán femenino por lo material. Inclusive, no es poco común observar que son las mismas mujeres, particularmente las que pertenecen a círculos socioeconómicos acomodados, las que cimentan esta idea respecto a lo que es “su día”, validando de esta forma el hecho de que cada 8 de marzo ellas salen a disiparse, a entregarse al consumismo propuesto por los medios masivos de comunicación. En suma, el origen de este día queda por completo olvidado y su real importancia, oculta.

Por otro lado, los contenidos de la televisión nacional de señal abierta, hoy en el centro del debate nacional, pervierten de manera preocupante el desarrollo mental y las expectativas de la población femenina desde temprana edad, en nombre de un mal utilizado concepto de la libertad de expresión y de empresa. El sexismo, la cosificación femenina, el cuerpo de mujer reducido a objeto de adoración, uso, consumo y comercialización masculina, son frases duras de leer pero que conforman un aspecto de las bases ideológicas -si tal cosa existe en los programas aludidos- de estos “productos televisivos”, en lo que respecta específicamente a la utilización de la imagen femenina con fines de elevar el rating.

Miles de niñas y adolescentes, que mañana más tarde serán mujeres aptas para también celebrar su día, que disfrutan con estos contenidos y sueñan con convertirse, cuando sean grandes, en esas personajes de la televisión que consumen a diario, vienen creciendo y aceptando estas tergiversaciones del concepto que deben formarse de sí mismas y nadie quiere afrontar esa realidad ni su responsabilidad directa en ello, de cara al futuro. En un país como el nuestro, donde el 70% de la comunidad docente está formado por mujeres, este tema merece más reflexión del que en la actualidad tiene. ¿Qué significa realmente el Día Internacional de la Mujer?

Se llama originalmente Día Internacional de la Mujer Trabajadora y surgió en 1910 en una reunión de mujeres socialistas, un cónclave celebrado en Copenhague (capital de Dinamarca) para establecer una fecha conmemorativa de las principales conquistas femeninas de aquel entonces: el derecho a voto, a la ocupación de cargos públicos, a la formación profesional, al trabajo y a la no discriminación.

Es cierto que mucho se ha avanzado en cada una de estas áreas. Hoy tenemos mujeres presidentas, gerentas, profesionales y figuras públicas de toda clase, en diversas actividades humanas. Sin embargo, los vicios de la modernidad en la sociedad occidental nos demuestran que la cosificación y el sexismo, muchas veces utilizados por las mismas mujeres como medio de vida y de mejora económica, echa por tierra más de siglo y medio de lucha femenina, llevada adelante por generaciones y generaciones de mujeres que consiguieron un espacio en la sociedad controlada por el hombre, superando prejuicios y maltratos.

Por otro lado, hay millones de mujeres que aun padecen abusos de toda índole, desde el psicológico hasta el físico y sexual, sin que las autoridades tomen decisiones férreas al respecto. La pobreza extrema y las condiciones de explotación de ciertas empresas comerciales dedicadas al rubro “servicios”, también mancillan a diario la dignidad de miles de mujeres en el mundo entero y por supuesto, en nuestro país. Es un problema complejo ya que por diversos motivos, estas personas ya se consideran parte del sistema (porque tienen una tarjeta de crédito o porque pueden solventar sus propios gastos, por ejemplo), cuando en realidad esto es solo un estado superficial de las cosas.

Todo esto ocurre a niveles urbanos, con contexto de un supuesto orden social, informativo y de respeto a los derechos civiles que permite a muchas mujeres hacerse profesionales y vivir la fantasía de la independencia y la autosuficiencia económica. Si pensamos en las sociedades rurales, es peor aun.

En las sociedades orientales y africanas, por ejemplo, el maltrato y la discriminación a las mujeres alcanza ribetes de salvajismo, aun en pleno siglo 21. Cada cierto tiempo nos quedamos perplejos frente a las noticias que incluyen lapidaciones, atentados con ácidos lanzados a la piel, entre otras prácticas repudiables, perpetrados contra mujeres solo por el hecho de serlo. Mientras tanto, los centros comerciales anuncian sus ofertas “por el Día de la Mujer” y nadie propone un espacio para la reflexión, para la solidaridad con esas millones de mujeres que sufren en el mundo.

El Día Internacional de la Mujer debe ser una fecha que incite a la actitud reflexiva, a la búsqueda de empatía con una problemática vigente y en constante empeoramiento. No se trata de que las mujeres no conmemoren su día, se trata de que lo hagan desde un punto de vista más responsable socialmente, más acorde al espíritu que originó esta importante fecha y más en sintonía con otras mujeres que no la pasan tan bien.

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2 Responses to Día Internacional de la Mujer: Algunas reflexiones

  1. Caridad ESPINOZA dice:

    A todas las colegas del Perú y el mundo, les pido que seamos la voz de aquellas mujeres maltratadas que callan por temor, y reflexionemos con nuestros alumnos sobre el Día Internacional de la Mujer.
    FELIZ DIA DE LA MUJER

  2. Es tarea nuestra como docentes, madres y mujeres, difundir el respeto en nuestras alumnas y alumnos; pero nos es una lucha muy difícil ya que muchos conviven constantemente con la violencia como parte de su vida cotidiana; tenemos que desterrar la idea de aceptar actitudes “masculinas”que para muchos son normales y no son más que comportamientos que denigran la dignidad de las mujeres.

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