28 de mayo: Día Internacional del Juego
Dedicar un día para celebrar “el juego” puede parecer innecesario y superficial. Sin embargo en estos tiempos se hace necesario reflexionar acerca de la importancia de estimular al juego a la población en edad escolar actual, debido a la creciente reducción de actividad física en niños y adolescentes a causa de la obsesión que hoy todos tienen con los gadgets tecnológicos (celulares, iPads, tablets) y juegos virtuales que los mantienen pegados a una silla con los ojos clavados en una pantalla multicolor e interactiva, pero inmóvil. Los más modernos hablan de “los aspectos lúdicos” (adjetivo derivado del vocablo en latín “ludus” que significa, simple y llanamente, “juego”) para complicar o profesionalizar sus expresiones respecto de este tema, pero el tema es mucho más sencillo: hoy los chicos y chicas en edad escolar le dan más trabajo a sus dedos pulgares que a brazos y piernas, a diferencia de las generaciones pasadas que tenían una multiplicidad de juegos, desde grupales hasta individuales, en los que se desarrollaban habilidades psicomotrices, de asociación de ideas y estrategias; hasta las versiones urbanas o colegiales de deportes como el fútbol, el voley o el basketball, para aprender a coordinar, trabajar en equipo en pos de un objetivo común y solidificar conceptos como el de disciplina, responsabilidad, cuidado del cuerpo y entrenamiento físico y mental. Por eso celebra un día del juego es hoy vital para entender la importancia de la actividad física y la actitud lúdica, juguetona, que no solo distrae y alegra sino que también es fuente inagotable de destrezas y aprendizajes múltiples.
Desde 1999 se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Juego como una forma de rescatar la importancia de la actividad física, entretenida y, a la vez, educativa que, por causa de la modernidad tecnológica ha quedado de lado en nuestras sociedades, entregadas totalmente al sedentarismo que propone una computadora, un teléfono inteligente o una tablet. El juego es una actividad inherente a los seres vivos, una de las primeras formas que tienen de relacionarse con su entorno y de desarrollar habilidades motrices, intelectuales y de resolución de situaciones complejas o problemáticas. El juego es libre, aunque no desordenado, y a diferencia de la diversión y el deporte, que son actividades 100% humanas, se presenta en los procesos de crecimiento de diversas especies de mamíferos.
Existen trabajos de investigación muy profundos de recopilación de juegos, desde los que se practicaban en la Edad Media hasta los juegos colectivos populares que contienen elementos de diversión y de deporte pero que, en sí mismos, constituyen una actividad con estructuras y lenguajes propios, todos enmarcados en la atmósfera libre e integradora de los juegos.
Hubo un tiempo en que en los principales barrios de Lima, por ejemplo, los fines de semana eran propicios para que enormes grupos de niños y jóvenes dedicaran sus horas libres a jugar, como una actividad propia de su crecimiento. Los parques, las losas deportivas y hasta las calles eran tomadas por los adolescentes que jugaban. Podían ser las canicas, el trompo, o juegos grupales como “mata-gente”, “siete-pecados” y las famosas escondidas. Las niñas jugaban a saltar ligas, por ejemplo, o a recoger pequeñas estrellas de metal tras hacer rebotar una pequeña pelota de goma (se le llamaba “juego de yases” y su origen se remonta a las primeras generaciones asiáticas que llegaron a tierras sudamericanas).
Poco a poco, estos juegos comenzaron a ser desplazados en las preferencias de los niños por los deportes (futbol, voley, basquet) y algunos de ellos se integraron al lenguaje lúdico de la diversión combinada con el aprendizaje y el trabajo en equipo. Pero en los últimos tiempos, el advenimiento de la era digital y sus juegos virtuales han terminado por desaparecer estas prácticas, y como consecuencia de ello, el juego ha pasado a ser (por lo menos para la especie humana) una actividad poco habitual y circunscrita a ciertos condicionamientos específicos. Por ejemplo, las compañías suelen “hacer jugar” a sus colaboradores para promover la integración entre ellos, aunque lo más probable es que sus hijos jueguen frente a una pantalla, sin moverse.
En ese sentido, es importante recordar esta fecha para rescatar el valor del juego, tal y como lo conocimos quienes pertenecemos a las generaciones previas a las computadoras, los videojuegos y los comandos a distancia.
Me parece importante está difusión y felicito a quienes aún dan el valor a estos juegos, les comento dentro del plan anual de mi institución tenemos un proyecto respecto a juegos tradicionales espero que nos salga ok gracias por el informe
Estimada profesora Olivia:
Le deseamos todos los éxitos en el proyecto anual en su institución.
Muchas gracias por comentar,
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