24 de Junio: Día del Campesino, Inti Raymi, Fiesta de San Juan

24 de Junio: Día del Campesino, Inti Raymi, Fiesta de San Juan¿Por qué esta fecha es tan especial para nosotros, los peruanos? Este domingo las instituciones públicas, políticos y medios de comunicación inundarán las redes sociales con saludos alusivos al Día del Campesino. Esta visión inmediatista del “saludo virtual” contrasta con el diario batallar real de millones de campesinos que no solo tratan de sobreponerse a las malas condiciones de vida y trabajo en las que están sumidos desde hace décadas sino, y sobre todo, con el lastre de la discriminación que aun practicamos como sociedad a través de infinidad de mensajes, desde los más sutiles o subliminales -la publicidad, los cánones de “belleza” impuestos por la publicidad- hasta los más agresivos casos de racismo y postergación que los ubican por debajo de todo índice de pobreza extrema. ¿Qué otras celebraciones son ese mismo día? ¿Cuál es la relación entre ellas?. Aquí te lo contamos:

Inti Raymi, San Juan y el Día del Campesino. Estas festividades (por lo menos las dos primeras) están conectadas con un hecho que no es ni religioso, ni social ni reivindicativo o étnico sino meteorológico: el cambio de estación, el solsticio de invierno del Hemisferio Sur. En junio, en esta parte del mundo, el sol se aleja de la órbita terrestre dando inicio a las temporadas de mayor frío (del otoño al invierno), a diferencia de zonas ubicadas en el otro lado de la línea ecuatorial (el conocido Hemisferio Norte) en que se produce el paso de la primavera al verano o solsticio de verano. En ese contexto es que nacen festividades como las que nos ocupan esta semana. Pero vayamos por partes:

Inti Raymi: Como todos -o casi todos- sabemos, el Sol era la divinidad máxima en el Imperio de los Incas, culto que se exteriorizaba en los adornos (pecheras, orejeras, etc.) hechos de brillante oro y en los exquisitos telares de esta civilización del Antiguo Perú. Pero no fue sino hasta el gobierno del inca Pachacútec que se estableció la celebración de la Fiesta del Sol (significado en español de “Inti Raymi”). Para agradecer las bondades de las cosechas, o para pedir que el año próximo fuesen mejores, los Incas realizaban un ceremonioso ritual que incluí sacrificios, oraciones y ofrendas al Sol en el templo, especialmente erigido para su culto, el conocido Coricancha (“templo dorado”). Una descripción detallada de cómo se desarrollaba el Inti Raymi en tiempos incas la podemos encontrar haciendo click en este enlace, donde encontrarán un extenso ensayo escrito por Juan José Vega Bello, el recordado antropólogo e historiador peruano, para el boletín del  Museo de Arqueología y Antropología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. El Inti Raymi, en su versión contemporánea, la cual concita la atención de miles de personas debido a su teatralidad y atractivo turístico, se realiza desde el 24 de junio de 1944, cuando fueron instituidas las fiestas de la ciudad en recuerdo a su milenario origen y cuna de la Gran Civilización Inca.

Fiesta de San Juan: Existe una cercana relación entre la celebración cristiana del nacimiento de Juan el Bautista -el profeta que anticipó la llegada de Jesucristo según la tradición religiosa católica- y los ritos paganos del solsticio de verano que se celebran en diversas ciudades del Hemisferio Norte – conocidos como Litha- desde tiempos inmemoriales y que involucran el encendido de hogueras, desfiles y otras prácticas que también se observan en zonas del Sur. Esta combinación entre religiosidad y paganismo (similar a la que se produce durante el Carnaval) ha provisto a estas fiestas de un especial carisma de alegría y desenfreno. En toda la selva peruana -las ciudades de Iquitos (en Loreto), Pucallpa (en Ucayali), Tarapoto, Juanjui, Rioja, Moyobamba (en San Martín, Tingo María y Aucayacu en la provincia de Leoncio Prado, Puerto Maldonado, etc.-, se celebran las Fiestas de San Juan con enormes pasacalles, ferias, diversión noctura y también con algunas costumbres que llegan hasta nuestros tiempos desde tiempos pasados, como por ejemplo las misas y procesiones, así como el tradicional “baño bendito” -en los ríos cuyas aguas son purificadas por San Juan, según la creencia popular- y el consumo del “juane”, un preparado especial que por lo general consiste en arroz, huevos, aceitunas, culantro y presas de gallina de chacra, envuelto en hojas de una planta conocida como bijao, que es el que da un sabor característico. El envoltorio del juane es una forma redonda que representa la cabeza de este santo, una representación simbólica del pedido que hiciera Herodías, hija de Herodes, de que le trajeran la cabeza de Juan en un plato.

Día del Campesino: Esta es la más contemporánea de las festividades del 24 de junio, generada a partir del recuerdo del Inti Raymi, y que inicialmente fue instaurado como Día del Indio. Fue durante el gobierno de Augusto B. Leguó, en 1930 (último año del Oncenio) -durante el período denominado de la República Aristocrática, como lo bautizara el historiador tacneño Jorge Basadre- que se decretó la celebración del Día del Indio, como un homenaje a las poblaciones campesinas e indígenas. Su denominación fue modificada por el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado. El 24 de junio de 1969, este gobierno promulgó la famosa Ley de Reforma Agraria (Ley 17716) y se cambió la celebración de Día del Indio a Día del Campesino, tal y como se conoce hasta ahora.

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