29 de septiembre: Día Mundial del Corazón
El corazón es el músculo más importante del cuerpo humano pues se encarga de bombear y renovar el flujo sanguíneo, a partir del cual se ponen en acción todos los sistemas de nuestro organismo. La actividad cardiovascular define físicamente lo que conocemos como vida. Si bien es cierto también existe la muerte cerebral, es en realidad el corazón el órgano que no debe dejar de funcionar para que un ser humano conserve aun la categoría de ser y estar vivo. Por eso es tan importante cuidar los hábitos alimenticios, la actividad física y muscular, así como monitorear cada cierto tiempo el estado de nuestras principales arterias y venas, el sistema cardiovascular para evitar la ocurrencia de enfermedades como las arritmias, cardiopatías diversas, infarto o ataque cardíaco, entre otras. Hoy, que el mundo entero celebra el Día Mundial del Corazón, en necesario reflexionar sobre este importantísimo tema de salud pública y privada.
El estilo de vida que millones de personas alrededor de todo el mundo están obligados a llevar no contribuye a mantener en buen estado al corazón ni tampoco a reducir las probabilidades de daño del aparato cardiovascular. Largas jornadas en oficinas de trabajo, alimentación poco balanceada y vida sedentaria son los detonantes de graves problemas que muchas veces no dan una segunda oportunidad de sobrevivir a quienes padecen complicaciones cardíacas
Entre las enfermedades del corazón más comunes se encuentran: las cardiopatías congénitas, las enfermedades coronarias y las arritmias cardíacas. El riesgo más grande que existe con respecto a las enfermedades del corazón es que el paciente no tiene forma de prevenir en qué momento puede aparecer un problema cardíaco de índole mortal. La única forma de reducir las probabilidades de sufrir una anomalía en el funcionamiento de nuestro corazón es evitar la comida poco sana y mantener un estado físico que nos permite hacer trabajar y fortalecer al músculo del corazón. Los chequeos médicos periódicos son de igual manera una forma efectiva de prevenir futuras sorpresas en el buen desempeño del corazón.
La Asamblea General del las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura-UNESCO decidieron, el año 2000, establecer el 29 de septiembre de cada año como Día Mundial del Corazón. Estas importantes organizaciones mundiales han trazado un plan de prevención con el fin de dar a conocer mundialmente los riesgos de las afecciones asociadas a este importantísimo órgano de nuestro cuerpo.
La Federación Mundial del Corazón organiza, en 100 países y con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud, una gran cantidad de eventos con la finalidad de concientizar a las poblaciones locales sobre las anomalías en el funcionamiento del corazón, los problemas cardiovasculares y las graves consecuencias de no informarse al respecto. Se estima que alrededor de 17 millones de personas mueren anualmente debido a problemas relacionados a afecciones cardíacas.
Las dolencias cardiovasculares, como pueden ser el infarto de miocardio y el accidente cerebro vascular, originan la muerte de la mayor cantidad de personas alrededor del mundo. En los países de América Latina, se calcula que las enfermedades del corazón causan 1,9 millones de muertes al año, una gran cifra. Seguir una dieta balanceada, hacer deporte y evitar el consumo de tabaco y alcohol de forma exagerada puede ayudar a prevenir estas mortales enfermedades.
El monitoreo del corazón comienza con la lactancia materna y prosigue con una alimentación saludable a base de verduras, frutas y otras comidas no procesadas. Se recomienda, de igual manera, limitar el consumo de sal, evitar el exceso de grasas, azúcares no naturales y tabaco.
Una recomendación muy importante para prevenir problemas cardíacos es fomentar entornos que ayuden a la modificación de actitudes dañinas como puede ser el acceso a alimentos poco saludables. En el año 2012, los ministros de Salud de muchos países de América Latina se comprometieron, en una reunión de la Organización Panamericana de la Salud, a reducir en un 25% la tasa de mortalidad ocasionada por enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas. Este objetivo debe ser alcanzado en un periodo de trece años, es decir en el año 2025. Si la OPS alcanza su objetivo, se estima que tres millones de vidas podrán ser salvadas en nuestra región del mundo.
El Día Mundial del Corazón y los problemas cardiovasculares es una iniciativa que concientiza de manera eficaz y mediante efectivos programas sobre el riesgo al que conlleva un estilo de vida sedentario y poco saludable. Si las poblaciones alrededor de nuestro planeta están dispuestas a informarse y realizar cambios en ciertos aspectos de su vida, entonces los resultados pueden ser muy positivos para todos los involucrados en este magnífico proyecto.
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