3 de febrero: El día que la música murió
Los accidentes aéreos son, invariablemente, eventos trágicos que terminan formando parte de la historia por las causas y circunstancias del siniestro, la cantidad de pasajeros que fallecieron y la envergadura de la aeronave caída. Pero cuando entre los pasajeros hay personajes famosos, la noticia se hace más impactante aun. ¿Se imaginan si, en un vuelo interno en Estados Unidos, fallecieran Alejandro Sanz y Chayanne? Bueno, algo así sucedió un día como hoy, hace 56 años, con dos superestrellas de un naciente género musical, llamado rock and roll, que perdieron la vida trágicamente la madrugada del 3 de febrero de 1959, en un vuelo que salió de Iowa a Minnesota, dos estados ubicados en el Medio Oeste norteamericano. El suceso pasó a la historia, tanto de la aviación como del espectáculo como «El Día que la Música Murió» y es, hasta ahora, recordado por los miles de fanáticos de los artistas que, por azar del destino subieron al avión, bajo presión para cumplir unos contratos de actuación pactados con anterioridad, sin contar con que las condiciones meteorológicas ocasionarían este lamentable final. Les contamos la historia de ese día en esta nota:
Buddy Holly, compositor, productor, cantante y guitarrista es considerado uno de los pioneros del rock and roll. Con sus característicos lentes gruesos de marco negro y armado de una guitarra eléctrica Fender Stratocaster, Holly se hizo famoso como líder del cuarteto The Crickets, con quienes había grabado 3 álbumes entre 1957 y 1959, que incluían éxitos como That’ll be the day y Words of love, esta última grabada posteriormente por The Beatles.
Por su parte, Ritchie Valens (su nombre real era Richard Valenzuela) era un joven artista que estaba, literalmente, abriéndose camino a paso raudo pero a la vez difícil, dada su condición de chicano, o hijo de inmigrantes mexicanos. Superó los primeros momentos de discriminación gracias a su talento y determinación, que le aseguró el éxito con temas como La bamba (adaptación de un tema tradicional mexicano) y Come on let’s go (composición propia). Su vida y breve carrera quedó plasmada en la película La bamba, lo cual aumentó su popularidad y lo presentó a una generación nueva de amantes de la buena música.
Buddy Holly y Ritchie Valens, de 22 y 17 años respectivamente, se encontraban en medio de una exitosa gira por los Estados Unidos, organizada por el mismo Holly para presentar en sociedad a su nuevo grupo, otro cuarteto, integrado por él, Waylon Jennings, Tommy Allsup y Carl Bunch. Como el clima estaba muy agitado, y algunos de sus músicos afectados por el resfrío, el vuelo entre Iowa y Minnesota se iba a aplazar, pero Buddy insistió en adelantar camino por el riesgo a llegar tarde y perder el contrato en la siguiente ciudad.
De esta forma él, Valens y J. P. Richardson, otro cantante de la época, abordaron la aeronave modelo Beechcraft Bonanza, fletada por Holly para apurar su viaje. Mientras Jennings, Allsup y Bunch no pudieron viajar por razones diversas, los tres músicos más el piloto Roger Peterson emprendieron el despegue. Sería el último de sus vidas.
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Muy buenas, me ha gustado tu articulo, hay muchos artistas que han llegado a marcar en nuestras vida, asi como actualmente hay «artistas» que no deberian estar donde estan.
Saludos.