Cultura afroperuana: Artistas más representativos
Una de las vertientes más ricas y admiradas de nuestra diversidad cultural está conformada por los aportes del universo afroperuano en múltiples manifestaciones llenas de creatividad, ritmo, picardía e identidad. Esta semana se celebró el Día de la Cultura Afroperuana, en homenaje al folklorista, escritor y periodista Nicomedes Santa Cruz, quien nació un 4 de junio de 1925. Sus décimas y canciones pero sobre todo, sus investigaciones acerca del legado ancestral del negro peruano, son la base para conocer los alcances y las raíces de su evolución e influencia en la identidad cultural peruana. Además de “don Nico”, otros artistas han sido fundamentales y para el desarrollo de la cultura afroperuana. Mayor detalle aquí:
Aun cuando la música es la expresión artística con la que más identificamos a la población afroperuana –géneros como el landó, el festejo y la zamacueca son muy populares a nivel nacional- las primeras manifestaciones de arte negro peruano llegaron a través de la pintura popular. Francisco "Pancho" Fierro Palas (1809-1879) fue un acuarelista mulato que retrató, en sus coloridas viñetas, los diversos oficios y formas de vida del Perú colonial. Hijo de un criollo español y una criada negra, Pancho Fierro nació libre y desarrolló una vida bohemia, observando todo al detalle. Se dice que hizo alrededor de 1,200 acuarelas, de las cuales 254 de ellas están en la Pinacoteca Municipal Ignacio Merino (Jr. Conde de Superunda 141, 3er- piso, Centro Histórico de Lima), la mayoría donadas por el escritor tradicionalista Ricardo Palma.
En el campo de la literatura también tenemos buenos ejemplos del trabajo de artistas afrodescendientes. Destaca, por supuesto, el narrador chiclayano Enrique López Albújar (1872-1966) quien, en su novela Matalaché (1928) contó la historia de un esclavo mulato y su romance prohibido con la distinguida hija de un matrimonio blanco español, en tiempos virreinales. Otro reconocido escritor afroperuano es Antonio Gálvez Ronceros (1932), nacido en Chincha. Gálvez Ronceros es un prolífico cuentista y ha sido premiado en múltiples oportunidades. Pero, sin duda, el escritor que mejor capturó el alma de la literatura negra peruana fue Gregorio Martínez Navarro (1942-2017), natural de Nasca (Ica). Con sus narraciones llenas de modismos negros, historias de familias de la costa sur del Perú y enfoque sensual y desinhibido, Martínez dio que hablar en tiempos en que aun no se hablaba con mucha soltura de algunos temas. Tiempos de caléndula (1975), Canto de sirena (1977) y Crónicas de músicos y diablos (1991) son los mejores ejemplos de su desenfadada pluma.
Y, por supuesto, tenemos a los músicos. Desde las investigaciones folkloristas de los Santa Cruz –Nicomedes, Victoria, Octavio, Rafael- hasta el éxito internacional de Susana Baca, podríamos pasar horas mencionando nombres de reconocidos y talentosos artistas afrodescendientes. Entre los más populares están por supuesto, los cantantes Eva Ayllón, Arturo “Zambo” Cavero y Lucha Reyes; el guitarrista Félix Casaverde, el compositor Andrés Soto. Pero también hay que mencionar a los clanes Ballumbrosio, Vásquez y Campos (creadores, estos últimos, de Perú Negro); los cajoneros Eusebio “Pititi” Sirio y Julio “Chocolate” Algendones; el cantor de marineras limeñas Manuel “Canario Negro” Quintana (1880-1959); las bailarinas de marinera Bartola Sancho Dávila (1883-1967) o Valentina Barrionuevo, “La Valentina de Oro”; y un larguísimo etcétera.
La cultura afroperuana también se expresa en el deporte, con el fútbol y el vóley como las disciplinas más populares y practicadas entre las poblaciones negras del Perú. Personajes como Teófilo Cubillas, Lucha Fuentes, Héctor Chumpitaz, Cecilia Tait, Nolberto Solano y un también largo “entre otros”, forman parte del imaginario colectivo nacional.
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