El curso de Religión: ¿Debería replantearse?
El debate acerca de si debe enseñarse o no religión en los colegios peruanos es de larga data, con la más reciente actualización ocurrida en noviembre del año 2014, cuando la Conferencia Episcopal Peruana presentó al Ministerio de Educación un documento con más de 130 mil firmas de padres de familia y educadores solicitando que dicho curso no sea retirado de la currícula escolar, luego de que circularan rumores de una propuesta en la que se desestimaba seguir impartiendo clases de religión en los colegios públicos. El actual currículo propuesto por el Minedu contiene el curso de religión y sus correspondientes competencias como adicionales, pues los padres pueden decidir, según su credo, si su hijo sigue o no el curso de religión.
Nos acercamos a una nueva Semana Santa y en los reportajes de la televisión local del próximo lunes se repetirán, casi con seguridad, las mismas imágenes de siempre: multitudes de jóvenes que toman este feriado largo de origen religioso como si fuera uno cualquiera, y que termina con crímenes, peleas callejeras, choques y atropellos ocasionados por la excesiva celebración en discotecas de todo tipo y clase socioeconómica.
Ante esta situación cabe preguntarse cómo se está desarrollando la enseñanza del curso de Religión en estos tiempos modernos y si su planteamiento debería ser modificado. Sabemos que la calidad educativa, en general, está en problemas y que la televisión de señal abierta, con su permanente y exagerado culto al éxito y el consumo material, la apariencia física, la fama y el estrellato mediático de naturaleza superficial y efímera, no suma esfuerzos para superar esos problemas.
Pero ¿cuánta mayor importancia cobra este tema cuando enfocamos nuestra atención en un curso orientado a dar información sobre lo inmaterial, lo espiritual, aquellas cosas que trascienden más allá de lo físico? Y más aun, en esta era de información globalizada a través de internet ¿qué importancia tiene la educación religiosa y su enfoque hacia un solo tipo de credo? Analizar y reflexionar sobre este tema es deber de todos los profesionales de la educación en estos días de reflexión y recogimiento espiritual.
Como todos sabemos, la civilización inca que habitaba el Perú fue conquistada en el año 1532, siglo 16 de la Era Cristiana, por el Imperio Español, colonización que llegó hasta 1821 en que se produjo la independencia del Perú. En esos casi 300 años de dominio español, la religión católica -profesada en casi todo el continente europeo- se convirtió en la religión oficial del Perú, lo cual trajo consigo la adopción de todas las prácticas, dogmas, credos, símbolos y festividades que la conforman.
La influencia de la iglesia católica en la vida civil ha cambiado muchísimo a través de los años, y esto es a nivel mundial. La aparición de sistemas políticos y el establecimiento de estados laicos y del papel únicamente espiritual que tenía que cumplir la iglesia hizo que esta relación se hiciera menos sólida, y el estudio de la religión -católica- en profundidad, quedó solo para los seminaristas mientras que en los colegios republicanos, después de la independencia, se enseñaban los preceptos a nivel, por decirlo de alguna forma, de usuario. Y siempre circunscrito a la enseñanza de preceptos de la religión oficial. Es decir, la católica.
"Religión" es, como define el Diccionario de la Real Academia Española, "un conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto". En ese sentido, y en la medida que ahora vivimos en la era de los llamados "estados laicos" -esto es, que no reciben influencia de la religión a nivel político y defiende la libertad de culto, o sea la posibilidad de profesar otras religiones dentro del territorio nacional- el término debería extenderse a todo el espectro de religiones que existen, y no solo a la oficial.
Siempre existieron otras religiones aparte de la católica: el judaísmo, el hinduísmo, el islamismo, el budismo, el zoroastrismo, entre otras; basadas en civilizaciones tan o más antiguas que las que originaron el catolicismo. Pero hoy, por la globalización y las tecnologías de la información -la era virtual, el tiempo real, la red de redes- han hecho que conozcamos muchas de ellas de manera más cercana. Por otro lado, el desgaste de la religión católica ha hecho que, a partir de sus leyes y tradiciones, surjan versiones diferentes, unas más sólidas que otras, que ingresan al mercado de creyentes tratando de convencerlos de que su opción es la mejor de todas.
Si a eso le sumamos la profunda indiferencia que actualmente muestra el ser humano promedio frente a todo aquello que suene a trascendental, espiritual, no-material; y a raíz de ello, la entrega y adoración absoluta que las nuevas generaciones tienen de dioses modernos como el dinero, la diversión sin pausa, los gadgets, la fama y la ambición permanente de quien puede comprarlo todo, cabe preguntarse ¿cómo se está enseñando el curso de Religión en nuestros colegios?
Y la respuesta es: como hace 100 años. En los colegios religiosos se concentra la enseñanza de la religión católica a través de especialistas en el tema, mientras que en los laicos, se aborda el tema de forma superficial, lanzando datos extraídos de la Biblia o de la historia universal, sin adentrarse en el verdadero sentido que debería tener este curso: el conocimiento del mundo espiritual que cada uno de nosotros tenemos y las diversas nociones que existen acerca de cómo vivir la religión, sin importar cuál sea la que su familia profese. Una de las prácticas comunes en nuestra educación tiene que ver con permitir que, aquellos niños que no profesan la religión católica, estén exonerados del curso de religión. ¿No sería mejor que el curso de Religión se adapte a la situación y necesidades actuales de nuestros alumnos y que, sobre la base de esto, extienda sus posibilidades para convertirse en una prolongación de la cultura general?
Quizás sería más interesante tener profesores de Religión que ofrezcan un panorama general de todas las religiones que existen en América, Europa, Asia y África, sin dejar de dar el espacio correspondiente a la religión oficial del Perú, que es la católica. Incentivar la reflexión sobre las nociones de alma, espíritu y vida interior como un antídoto a todo el materialismo exacerbado que hoy domina las pantallas de la televisión, la política y las escalas de ascenso económico.
Ustedes ¿qué opinan?
La Educacion Religiosa Católica no solo da conocimientos ,sino también como poner en practica el mensaje de Cristo para si alcanzar su salvacion. Se programan Jornadas espirituales el cual se toman temas relacionados con la problematica que vive la sociedad y en la I.E,para que al reflexionar utilicen el pensamiento critico al hacerse un autoanalisis de su comportamiento ante su creador y su prójimo y asi buscar un cambio interior .POR ESTA RAZON SE DEBE CONTINUAR DANDO EL ÁREA DE RELIGION,quien opine lo contrario es por que desconoce la importancia de esta área curricular.
Enfocas el tema con negatividad… es como si dijera el curso de Formación ciudadana y civica debería replantearse ante el aumento de la delicuencia juvenil y la corrupción… es más el nuevo curso DPCC debería tener una mirada global… no solo centrarse en las teorias europeas o Estadounidenses… sino tambien en la etica Oriental… Lo que pasa amigo mío es que los cursos están como están porque se elimino filosofía y logica… Y religión esta como esta porque no hay especialistas… ademas la mayoria de docentes de secundaria son de otras especialidades y muchos se volvieron efucadores porque su coeficiente intelectual no daba para otra carrera y hoy q ya aumento el sueldo todos desean ser profesores y asi jamas habra solucion… la educacion es un negocio en el país…
ubican el concordato? ahi está la respuesta del por qué no debería ser obligatorio en colegios públicos y repleantearse este curso