Día Mundial del Medio Ambiente: 5 de junio

Como cada 5 de junio desde 1974, se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, fecha establecida por la Organización de Naciones Unidas para reflexionar acerca de la importancia de proteger nuestro ecosistema. Resulta propicio para difundir todas aquellas recomendaciones y estrategias que podemos seguir para, desde nuestras casas e instituciones, hacer retroceder la contaminación y la depredación de los recursos naturales. Entre nosotros, en las aulas, también podemos contribuir con acciones sencillas al cuidado del medio ambiente. Conoce más en la siguiente nota:

 

El nuevo currículo nacional, que este año se aplicará únicamente al nivel Primaria, contempla en sus enfoques transversales para el desarrollo del perfil de egreso del alumno, uno específico relacionado a la conciencia ambiental. A través de este enfoque se pretende colocar como una de las prioridades en la formación de las nuevas generaciones, la preocupación y actitud responsable frente a aquellos elementos que conforman la vida natural, el medio ambiente, los recursos naturales (energía, agua), como fuente de sensibilidad humana y, a su vez, como parte de la formación integral de un perfil profesional orientado hacia el cuidado del planeta.

Otra de las secciones del nuevo currículo, dedicada al desarrollo de las competencias del alumno según su nivel de estudio, introduce el tema de la conciencia medio ambiental de forma extensa, en la Competencia 18 titulada Gestiona responsablemente el espacio y el ambiente. Y si uno lee detenidamente los estándares de aprendizaje asociados a esta competencia, notará que el cuidado, manejo y respeto del espacio natural y los recursos ambientales es una de las principales competencias que se espera en el egresado del colegio para el futuro.

Acciones de reciclaje sencillas como ahorro de papel, cuidado del agua y la energía eléctrica, recolección de plásticos no degradables, tapas de gaseosas y otros productos envasados en plástico, segregación de desechos, separando cartones, papeles, pilas, bolsas plásticas, etc., de todo lo orgánico como restos de líquidos, comidas sólidas; son solo algunas de las cosas que podemos enseñar a nuestros alumnos para que formen parte de sus hábitos, siempre reforzando las razones para ello y asociándolo, en la medida de lo posible, a otras actividades de enorme valor subjetivo.

Ejemplos:

  • En casa, mantener bien cerrados los caños y lavaderos, verificar que no haya fugas de agua en los servicios higiénicos, es vital para que el líquido elemento no se desperdicie y pueda llegar a más cantidad de personas.
  • También a nivel doméstico, no dejar enchufados los aparatos eléctricos (televisor, radio, computadora) para incentivar el ahorro de energía eléctrica.
  • La basura electrónica (pilas, baterías, teléfonos que ya no se usan, cargadores, computadoras) debe ser almacenada en contenedores especiales para evitar la contaminación de los desechos orgánicos, muchos de los cuales terminan en el mar.
  • Reutilizar el papel para aprovecharlo al máximo evitará mayor cantidad de impresiones. Es necesario acostumbrar a nuestros alumnos a usar las dos caras de aquellos papeles que no sean importantes u oficiales.
  • La recolección de tapas de plástico permite asociarse a campañas de organizaciones civiles que cambian estos objetos por apoyo para poblaciones como discapacitados (para conseguir sillas de ruedas, muletas, etc.), que insertan el tema de la solidaridad hacia el prójimo.

Como dice el actual Secretario General de la ONU, Antonio Guterres: “Es hora de actuar con contundencia. Mi mensaje a los gobiernos es claro: gravar la contaminación, dejar de subvencionar los combustibles fósiles y dejar de construir nuevas centrales de carbón. Necesitamos una economía verde, no una economía gris”.

 

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