El Grito de Dolores y el inicio de la independencia de México
Hoy, 16 de septiembre, el pueblo de México celebra una de las fechas más importantes de su calendario cívico, el famoso Grito de Dolores, que dio inicio al proceso que acabaría con la independencia de este país, dominado por el imperio español por más de tres siglos. A pesar de no tener protocolos especiales para el día de hoy, las principales autoridades mexicanas realizan diversos actos celebratorios junto con la población en memoria de esta gesta heroica y valiente del padre Miguel Hidalgo y Costilla. Guanajuato, estado ubicado en el centro de México, es considerada la Cuna de la Independencia en este país, pues en sus territorios se encuentra la Parroquia de Dolores, desde la cual Hidalgo hizo este llamamiento a la rebelión haciendo sonar las campanas del templo, que hasta hoy se conserva como uno de los lugares turísticos más representativos del país. Recordemos este importante hecho de la historia mexicana:
La independencia del territorio mexicano, sometido al yugo español durante casi 300 años, se dio dentro del contexto del ocaso de los imperios europeos que empezaban a perder vigencia y poder en sus antiguas colonias.
Este fue uno de los procesos de liberación más largos de la historia de América Latina. A finales del siglo XVIII, varios cambios en la estructura social, económica y política de la Nueva España, nombre con el que era conocido el territorio mexicano en ese entonces, inspiraron a una élite ilustrada de nuevos hispanos a reflexionar sobresu relación con la Madre Patria.
Sin lugar a dudas, el hecho que desencadenó el pensamiento independentista de México dentro del seno de la élite criolla fue la ocupación francesa de España, en el año 1808. Ese año, Carlos IV y Fernando VII abdicaron sucesivamente en favor de José Bonaparte, de tal forma que España pasó a ser una especie de protectorado francés.
La guerra mexicana por la independencia comenzó dentro de una sociedad en la que solo los españoles nacidos en España podían ocupar cargos importantes dentro de las instituciones coloniales. Los españoles disfrutaban de una condición política privilegiada que les había sido otorgada por una jerarquía de poder inflexible, basada en la nacionalidad y la raza. Los criollos, es decir los hijos de los españoles nacidos en las colonias, desaprobaban esta injusta división impuesta por la Corona española. Mestizos, indígenas y negros no tenían ningún derecho a ocupar puestos públicos que pudieran representar sus intereses.
Miguel Hidalgo y Costilla, sacerdote y militar activo en la primera etapa de la independencia mexicana, fue un hombre de rica educación, influenciado por las obras de la Ilustración europea. Hidalgo, de profunda y sensible consciencia social, dedicó su vida a la ayuda de los sectores más desfavorecidos de la sociedad mexicana de aquel entonces. El estado colonial boicoteaba los esfuerzos de Hidalgo al no permitir que los indígenas pobres pudieran implementar su propia industria de cosechas. Esta situación hizo de él un propulsor visceral de la creación de una República Mexicana.
La convocatoria inicial de Miguel Hidalgo y Costilla, con miras al inicio de la lucha por la liberación mexicana, logró inspirar a un ejército de hombres. Sin el entrenamiento necesario ni el equipamiento militar adecuado, Hidalgo y su ejército lograron capturar algunos pueblos. Sin embargo, la falta de organización provocó que el movimiento quedase rápidamente fuera de control, produciéndose abusos y saqueos en muchas provincias de México.
El 16 de septiembre de 1810 se produjo un acontecimiento que definiría la situación del pueblo mexicano: El Grito de Dolores, que fue el llamado a la sublevación por parte de Hidalgo, Ignacio Allende y Juan Aldama. Se le denomina así porque esa mañana, Hidalgo y sus colaboradores hicieron tañer las campanas de la Parroquia de Dolores, ubicada en el estado de Guanajuato, para convocar al pueblo, arengándolo para que tomara la histórica decisión de levantarse contra los colonizadores. Con este hecho se da por iniciada la lucha organizada contra el poder de la Corona española que sometía a México y a la casi totalidad del continente sudamericano.
Luego de sangrientas batallas que enlutaron a su país, la independencia del territorio que vio nacer a Miguel Hidalgo y Costilla se hizo realidad 11 años después del famoso Grito de Dolores, un 27 de septiembre de 1821, con la entrada del ejército encabezado por Agustín de Iturbide a la ciudad de México. Como la mayoría de procesos de independencia de nuestro continente, la liberación de México se dio a lo largo de muchos años en los que después de una primera etapa de incubación del pensamiento libertador, los pueblos de América Latina tomaron las armas a fin de recuperar la libertad que les permitiera vivir en paz y formar repúblicas dentro de los territorios habitados por sus ancestros desde hace miles de años.
Deja una respuesta