Enrique Victoria (1925-2018): In Memoriam

Enrique Victoria (1925-2018): In MemoriamEl teatro es, de las artes escénicas, probablemente la más abandonada en nuestro país, tanto por el público -cuyos intereses están cada vez más alejados de la apreciación teatral- como por el estado, que ha dejado en manos de los emprendimientos de auqellos teatreros amantes de su arte y oficio, o de las compañías modernas auspiciadas por grandes empresas que buscan propuestas mucho más ligeras para públicos exclusivos y poco exigentes. Por eso es que la muerte de un gran primer actor peruano como Enrique Victoria, a quien hemos visto en películas de Robles Godoy, zarzuelas y hasta en programas cómicos de televisión, no ha llamado la atención de las mayorías. Aquí queremos recordarlo, porque si algún día se implementan en nuestro sistema educativo clases de teatro como parte de la currícula, nos dolerá la ausencia de estos señores, actores de verdad.

 

 

A puertas de cumplir 90 años, en el 2015, Enrique Victoria, quien no era católico, “afortunadamente”, sino de la Iglesia Mesiánica, nos contaba que antes de grabar o subir a un escenario rezaba porque quería hacer su mejor personaje. “Le he pedido (a Dios ) que me inspire, que me ilumine, no que me haga millonario”, era lo que pensaba de su carrera de más de ocho décadas y de quizá más de 500 puestas en escena desde que debutó a los nueve años con ‘Su lado flaco’.

Había estado en tantas que en algún momento ya no quiso contarlas. “Llegué en aquel entonces a 203, pero eso fue hace varios años, así que debo haber subido a 320 y contando con las zarzuelas y operetas unas… ¿más de 500? Por ahí”.

Viajero, bailarín, talentoso y actor sindicalista, ayer partió y dejó un gran legado “interminable” para sus colegas, quienes lo consideran su maestro. Para Ramón García, incluso, fue un padre. “Un pilar del teatro peruano que ha peleado y discutido siempre por sus principios”.

En busca de “buenas historias” y rechazando “guiones banales”, una de las últimas obras en las que tuvo un antagónico fue ‘Espacios vacíos’ (2015). En esa oportunidad, Enrique Victoria interpretó a un abusador. Un personaje difícil, pero que creía era necesario hacer. “Nunca he tenido inconveniente con denunciar, hay que hacerlo para acabar con los monstruos”.

Fue durante ese año que sufrió una caída en el Teatro Municipal de Quillabamba, en Cusco. Y es que el actor seguía apostando por llevar obras a las provincias.

Según contó su hijo, el actor Carlos Victoria, ya estaba en cama desde mediados del 2017 y falleció a causa de una fibrosis pulmonar. “Arrastraba problemas de salud desde hace algunos años”.

Padre de cinco hijos y dueño de “un espíritu muy joven” –como lo describen sus amigos–, el actor vivía alejado de los prejuicios, incluso una vez compartió el mal momento que tuvo que pasar cuando alguien le increpó sobre la sexualidad de su hijo mayor. “Casi le pego a uno en el Festival de Cine. Es que me dijo: ‘Usted cómo puede admitir que su hijo sea gay’”.

Los Viejos amigos y la defensa a su colegas

Viejos amigos apuntaba a ser taquillera desde el tráiler que mostraron en el 2014. Enrique Victoria, tan crítico y exigente con su trabajo, le dio el visto bueno. “Es una película que no molesta, que, por lo contrario, sin molestar, deja cosas en qué pensar: en la amistad y qué es la muerte”, nos decía en una entrevista.

¿Y qué pensaba de la muerte? “La muerte no es nada trágico, no es algo terrible o algo a lo que uno tiene que tenerle miedo. La muerte es el final de uno, entonces, ¿uno por qué se va a asustar? Si en algún momento, más tarde, más temprano, sano o enfermo o de casualidad, uno se tiene que ir y se va”.

Enrique Victoria sostenía que encontraba similitudes con ese personaje, pero que se ponía serio cuando tenía que defender “sus derechos y los de mis amigos”. De hecho, en una reunión para revisar la Ley del Artista, le había dicho a la congresista Julia Teves que no tenía “capacidad” para presidir la comisión. “Me sacaron de la sala”, reclamaba.

Mejorar la Ley de Cine y que las películas nacionales cuenten con cuota de pantalla eran algunos de los reclamos del actor, quien fue un impulsor de la Ley de Artista. “Aquí hay películas muy buenas que han sido sacadas. Ojo, sí estoy de acuerdo con que se saque lo malo, porque yo hice una película muy mala, que la sacaron a los dos días, y me avergüenzo. Era un papel bonito, pero la película, muy mala”.

Y alguna vez le dijeron en el Ministerio de Cultura del anterior gobierno que “para qué necesitaban una ley los artistas”. Esa frase la calificó como propia de una “supina ignorancia”.

El oficio de actor

Enrique Victoria se sentía más cómodo trabajando en el teatro que en la televisión. Para él, la ‘caja boba’ aún estaba “despojándose de la era Fujimori”. En una época en la que no tuvo trabajo por estar “vetado”, laboró como vendedor. “He vendido frutas y artefactos”.

En ese sentido, tampoco tuvo problemas con renunciar a algún proyecto que le desencantó. En el 2015 regresó a la TV con ‘Amor de madre’, pero después el guion no lo convenció. “Me aburrí. Al capítulo diez les dije: ‘Ya no más’”.

Pero en teatro, el primer actor brillaba en cualquier género: como protagónico, secundario, en una sala pequeña de Barranco o en una gran puesta en escena, como Karamazov (2014).

Bruno Odar, una de las personas a las que mencionaba siempre Victoria, recordaba con admiración su paso por el formato microteatro en el 2016. Cree que el primer actor les ha enseñado a “él y a todos sus colegas” el oficio. “Lo veías relajado en escena. Y esa es una de las cosas que se consigue con los años. Es maravilloso ver actuar a un actor cuajado. Para él, los personajes fluían. No estaba ese intelectualismo, esa preparación tan exigente que hacen algunos actores. No hay una bendición tan grande que estar relajado en escena y lograr que las cosas fluyan”.

Para Odar, su legado es enorme, como maestro y artista. “Es un padre para todos, deja una huella enorme y un camino que debemos seguir, una responsabilidad que tenemos. Todavía hay mucha gente que prejuzga al artista, piensan que solo con un curso de actuación puedes enseñar a actuar, pero va más allá, es entrar en la vida de los personajes. Él deja eso como legado para seguir en la lucha, es un ejemplo de amor por la actuación que nos contagia a todos. Quiero darle las gracias”. Al cierre de esta edición, los teatros le dedicarían sus funciones. Aplausos de pie. 

Héroes (2013). Ambientada en los 90, interpretó a una de las víctimas del conflicto armado interno.

Alias la gringa (1991). Dirigida por Chicho Durant. Compartió guion con su amigo Germán Gonzales.

Los super agentes locos (2016). Prestó su voz a la animación española para dar vida al ‘jefe de la T.I.A.’.

 

Fuente: La República.pe

(Visited 58 times, 1 visits today)

One Response to Enrique Victoria (1925-2018): In Memoriam

  1. Rosa María dice:

    Su oficio : Vivir la vida sonriendo, sintiéndose jóven  siempre.

    Se fue un gran actor, defensor de la justicia, de los derechos de sus colegas y consecunte con sus principios, sin "pelos en alñ lengua#, manifestó lo que pensaba con argumentos. Que dios, o los Apus iluminen su camino a la nueva vida. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *