Grandes Personajes de la Humanidad: Muhammad Ali (1942-2016)
Muhammad Ali no fue un simple boxeador, fue un activista por los derechos civiles de la comunidad negra norteamericana. Su voz y sus conceptos eran tan potentes como sus derechazos, y los administraba con similar destreza y capacidad para demoler a sus adversarios. El pasado jueves falleció en un hospital de Phoenix, Arizona, a los 74 años de edad y fue, para la población estadounidense, como si un superhéroe hubiera abandonado este mundo. Muchos fanáticos del “deporte de los puños” han llorado su partida pero también una enorme cantidad de personas, en EE.UU. y en el mundo, lo han reconocido como una de las personalidades más fuertes e influyentes para el mundo afroamericano, trascendiendo el hecho ya extraordinario de haber sido tres veces campeón mundial en la categoría de los pesos pesados, la más difícil en el boxeo, uno de los deportes más populares en décadas pasadas. Ali -cuya vida ha sido motivo de documentales, películas biográficas y hasta cómics- destacaba en los rings pero también en los estudios de televisión, con entrevistas en las que dejaba en evidencia el intenso racismo del que fueron víctimas él y toda su comunidad, con suma inteligencia y manejo de la ironía, motivo por el cual renegó del ejército norteamericano, negándose a acatar su reclutamiento para la Guerra de Vietnam, tras lo cual se convirtió al islamismo y cambió su nombre de Cassius Marcellus Clay a Muhammad Ali en 1965 y convirtiéndose, tanto por sus éxitos boxísticos como por sus discursos encendidos en favor de la raza negra, en todo un ícono de la contracultura de los años 60s y 70s. Este viernes se realizará su funeral, con una ceremonia al estilo musulmán, que será transmitida en vivo por internet, a la cual asistirán desde seguidores y colegas, hasta personalidades de varios países del mundo.
El box (o “boxeo” que es el término castellanizado) es uno de los deportes más antiguos de la humanidad, con peleas que se registran en la Grecia antigua, y uno de los más populares del siglo 20 de nuestra era. El combate moderno entre dos boxeadores, cuerpo a cuerpo, con guantes y protectores bucales, ceñido a ciertas reglas -no golpear por debajo de la cintura, no usar los codos, no aprisionar la cabeza del adversario, entre otras- ha dejado para la posteridad infinidad de nombres de deportistas destacados, pero ninguno ha tenido la trascendencia deportiva y social de Cassius Clay.
De 1.91 de estatura, 102 kilos de peso y un alcance -la distancia que consigue con el brazo extendido hacia adelante- de casi 2 metros, era un púgil realmente temible. En el ring, ese espacio de 30 metros cuadrados limitado por cuerdas en el que dos pugilistas se juegan la gloria y la vida en cada pelea, Cassius Clay era invencible. 61 peleas oficiales, 56 ganadas -37 por knock-out y 17 por puntos- y solo 5 perdidas, se hizo llamar The Greatest (El Más Grande) y solía anunciar en qué round su contendor caería a la lona. Y casi siempre acertaba.
Nació en 1942 en Kentucky y comenzó a practicar el boxeo a los 12 años, de la mano de un entrenador local quien le vio condiciones a temprana edad. Como amateur ganó un centenar de peleas y conoció la fama mundial al conquistar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Roma (Italia) en 1960, en la categoría peso semipesado. Su perfil como boxeador ya estaba definido por el destino tras ese éxito olímpico. Entre 1961 y su retiro oficial en 1981 fue coronado tres veces campeón en la categoría peso pesado y fue considerado el más grande deportista del mundo por la revista especializada Sports Illustrated.
En el año 1966 pasó de ser Cassius Clay a Muhammad Ali y se enfrentó de manera directa al establishment norteamericano, luego de una serie de eventos entre los cuales destaca un capítulo narrado por él mismo en su autobiografía, publicada en 1975, en el que contaba que había arrojado su medalla de oro al río porque, de regreso en los Estados Unidos, no le permitieron sentarse a comer en un restaurante por ser negro. Muhammad Ali fue el nombre que adoptó luego de su conversión al Islam, decidida tras la decisión del gobierno norteamericano de retirarle sus títulos de campeón por haberse negado a ir a la Guerra de Vietnam como parte del ejército de su país -“los vietnamitas no me han hecho nada, los blancos norteamericanos sí”, solía decir. Desde entonces sus entrevistas en televisión fueron tan o más populares que sus peleas, pues atacaba con agudeza y humor sarcástico a la discriminación racial y sus múltiples -y a veces escondidas- manifestaciones en la cultura y la sociedad estadounidenses.
Muhammad Ali creó un estilo de boxeo caracterizado por la agilidad de movimientos, a pesar del peso corporal de su categoría, y una permanente estrategia de cansar a sus adversarios, dejando que gastaran su energía lanzando golpes que él recibía sin ver afectada su resistencia, o esquivaba con sus bailes y requiebros. Cuando la pelea estaba a más de la mitad, Ali arremetía con veloces y precisos golpes a su agotado contendor, acumulando puntos o bien derribándolo con el peso de sus manos. “Vuelo como mariposa y pico como abeja” era su lema. En aquella época, las peleas de Ali eran anunciadas con semanas y a veces meses de anticipación, creando enorme expectativa en el público fanático del box, y eran todo un evento deportivo y social. En las conferencias de prensa, conocidas en el mundo del boxeo como “presentaciones”, Ali sorprendía a todos por su actitud histriónica y matonesca, retando constantemente al contrincante de turno, jugando con su paciencia y tolerancia, para exacerbar los ánimos de espectadores y apostadores. Cada declaración de Ali era aplaudida por el público, por sus ocurrencias en las que hacía resaltar su “belleza” frente a la “fealdad” de sus rivales.
Sin embargo, el camino no fue nada sencillo para este titán del deporte de lo puños. Aun cuando quedó demostrada su supremacía en los cuadriláteros, venciendo a enormes boxeadores como Sonny Liston, Floyd Patterson y Ken Norton, también tuvo momentos difíciles, en especial cuando se enfrentó a Joe Frazier y George Foreman. Ya bajo el nombre Muhammad Ali, peleó en tres ocasiones -1971, 1974 y 1975- con Frazier, en encuentros que pasaron a la historia del boxeo mundial por su ferocidad y resultados: dos a favor de Ali y una a favor de Frazier.
La última de ellas se realizó en Manila, Filipinas, y terminó con un Ali destrozado pero vencedor por puntos. También en 1974 fue la llamada “Pelea en la Selva” (Rumble in the Jungle), en Kinshasa, Zaire, entre Muhammad Ali, de 32 años; y George Foreman, de 25, en ese entonces el boxeador más temido en la categoría peso pesado. Ali hizo una increíble pelea y “noqueó” al gigantesco Foreman en el octavo asalto, pasando a la historia como una de las mejores peleas de todos los tiempos. En 1980 y 1981, luego de haber anunciado su retiro dos años antes, Muhammad Ali hizo sus dos últimas peleas, contra Larry Holmes y Trevor Berbick, y fue derrotado en las dos, la primera por knock-out (el único que experimentó en su carrera) y la segunda por puntos. Ya para ese entonces Ali, que bordeaba los 40 años, no tenía los mismos reflejos de su época de mayor auge pero sus apariciones siempre concitaban la atención del público por su innegable estatus de leyenda. Muchos consideran que el exagerado castigo que le propinó Holmes, siete años menor que Ali al momento de su pelea, fue una de las causas del Mal de Parkinson que se le diagnosticó pocos años después.
Muhammad Ali es un ícono de la cultura pop norteamericana. En 1978, la casa editorial de cómics DC Comics publicó una edición especial de 72 páginas con la historia Superman vs. Muhammad Ali, en la cual el campeón lucha con el superhéroe para demostrar quién era el más grande luchador en el planeta Tierra, capaz de desafiar a un retador extraterrestre e impedir la invasión con la que nos tenían amenazados. Actualmente es un cómic de colección. Asimismo, su vida y diversos pasajes de su carrera, como la negativa a ir a Vietnam o la pelea frente a Foreman en el África, han sido motivo de múltiples documentales. En el 2001 se estrenó la película Ali, dirigida por Michael Mann y protagonizada por el actor Will Smith, en el papel del boxeador.
Tras su muerte, el pasado jueves 2 de junio, a los 74 años y luego de casi tres décadas luchando contra el Parkinson, Muhammad Ali ha sido recordado en diversas páginas de internet y medios convencionales, como una de las personalidades más influyentes y populares del siglo 20. Este viernes se realizarán los servicio fúnebres del deportista, quien estuvo casado cuatro veces y tuvo nueve hijos. De acuerdo con el canal local de televisión WLKY, de Louisville, Kentucky, el funeral consistirá en una procesión por las calles de la comunidad para permitir a sus admiradores despedirse del tres veces campeón de los pesos pesados del boxeo internacional y será transmitido en vivo por la web www.alicenter.org
Me siento conmovido con la partida de este gran luchador del ring y más grande luchador social al no ir a matar a sus semejantes al Viet Nam, demostrando con ello su rebeldía y decirles a los Yankes dejen de agredir a los pueblos del mundo. Mis respetos y condolencias sinceras a sus familiares .
Un admirador.