La Prueba PISA: ¿Avance o retroceso?

La Prueba PISA: ¿Avance o retroceso?En las últimas semanas se ha hablado sin cesar de los nuevos resultados de la famosa Prueba PISA, y desde los dos extremos influenciados por intereses ajenos a la educación -apoyo o rechazo a gestiones políticas, deseo de levantar o hacer caer al ministro- parece haber interpretaciones que no corresponderían necesariamente con la verdad pura y dura de los números. PISA, sigla de Programme for International Student Assessment (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes en español) es una construcción numérica que provee información valiosa para entender el estado de la educación en los países participantes, la cual a su vez permite trazar objetivos, estrategias, presupuestos. Y como tal, debe verse sin apasionamientos, sean estos positivos o negativos. Por el contrario, hace falta cabeza fría para entender la realidad y dejar de lado temas subalternos para sacar el mejor provecho a esta participación que nos pone en pantalla frente a los sistemas educativos del mundo entero.

La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) se fundó hace cincuenta y seis años, en 1960, para estimular el progreso económico y el comercio internacional entre países. Tiene 35 países miembros y su sede está en París, Francia. Aun cuando se concentra en temas de cooperación económica y enfoques comerciales, la institución se ha posicionado como uno de los más prestigiosos foros multinacionales, por su perfil orientado a la defensa de derechos humanos desde la óptica de las economías de alto perfil económico. En los últimos tiempos la OCDE es llamada por la prensa convencional como “el club de los países ricos” y el actual gobierno tiene, entre sus objetivos más ansiados, lograr que el Perú sea admitido en dicho club.

La OCDE organiza, en coordinación con los gobiernos de los países participantes (muchos de los cuales no son miembros del club), las Pruebas PISA desde hace ya 15 años (a razón de una cada tres años) y los resultados de la última de ellas, correspondiente al 2015, se publicaron hace unas semanas, generando portadas y cientos de columnas de opinión y análisis a la luz de la situación de inestabilidad que hoy atraviesa nuestro Ministerio de Educación. Pero ¿cómo debe hacerse la interpretación objetiva de estos resultados en habilidad lectora, ciencias, matemáticas?

Para empezar, es necesario dejar claro que, por el contrario de lo que informan los medios más entusiastas, la prueba PISA sí busca comparar resultados entre países, para ponerlos en perspectiva y relación a sus situaciones económicas. La aclaración es conveniente porque hay una tendencia de ciertos sectores a tomar estos resultados, ligeramente distintos a los de la pasada prueba en que nuestro país quedó en último lugar, como un logro extraordinario y que merece actos de celebración.

Hay leves alzas con relación a nuestros propios índices previos, pero en el contexto competitivo mundial nuestros estudiantes aun exhiben una inmensa desventaja frente a los países desarrollados. La exageración al celebrar se asemeja a la de los fanáticos de la selección peruana que salen en caravanas después de empatar o ganar cuando ya no hay opción de clasificación. En esa misma línea de ejemplo, toca seguir trabajando y no distraerse en festejos que pueden desinformar al público.

Un aspecto igual de importante y que no muchos medios informativos comentan es el resultado del Perú en el rubro denominado “social background” (contexto social). Como en los demás indicadores, la web de la prueba PISA muestra a nuestro país en situación débil, representada por el color rojo. Pero lo que debe revisarse es la descripción de este rubro que, a la letra, dice: “Las escuelas deben brindar una buena educación para todos los estudiantes, sin importar el nivel educativo o las carreras de los padres. PISA evalúa hasta qué medida las diferencias en los resultados educativos están asociadas al estatus social de los padres así como la brecha de aprovechamiento entre estudiantes con ventajas y desventajas económicas. También identifica la cantidad de estudiantes que tienen buen desempeño, a pesar de venir de contextos en desventaja, conocidos como alumnos resilientes”. En este indicador también estamos en rojo.

Por ello, más que un avance que merezca celebraciones, estos nuevos resultados PISA para el Perú deben ser vistos, si no como un retroceso, sí como una actualizada llamada de atención sobre lo mucho que falta por hacer.

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One Response to La Prueba PISA: ¿Avance o retroceso?

  1. Jose Alfredo Miranda Cordova dice:

    Mi reconocimiento por esta informacion basica sobre las pruebas PISA. pero a la vez mi preocupacion de la falta de medicion de los otros factores basicos que son componentes necesarios para una Educacion de Calidad que genere un efectivo desarrollo humano en especial en nuestros paises subdesarrollados.

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