Nuestra Picaflor de colores cantará en el cielo
Ana Condori Sulca, más conocida como Siwar Q’ente, nació en Huaycahuacho, provincia de Lucanas, Ayacucho, en 1937. Poseedora de un singular timbre de voz y con una gran capacidad de interpretación, llegó a impresionar al músico cuzqueño Luis Durand Rodríguez quien hizo que la bautizarán como Siwar Q’ente, que significa Picaflor de colores. Junto a Durand integró el conjunto “Sol del Perú” y grabaron varias producciones discográficas como “Machu Picchu y sus cantares” y “Canto de sol”. La Picaflor de colores en sus presentaciones utilizaba elaborados atuendos artísticos que se identificaban mucho con la cultura inca.
Durante sus más de 50 años de trayectoria actuó en diversos escenarios nacionales e internacionales, como los coliseos Mundial, Bolívar, Nacional, Dos de Mayo y del Puente del Ejército. También, en los teatros Municipal, Segura, el Colegio Santa Úrsula, la Plaza de Acho, el Parque de las Leyendas, así como en diversos clubes departamentales y regionales.
Internacionalmente, compartió su música y arte en Chile, Ecuador, Bolivia, Argentina, Estados Unidos y Japón, por lo que recibió las Palmas Artísticas en el grado de “Maestro” por el Ministerio de Educación (1988), el trofeo “Ciudad de Lima” (2002), y el trofeo “José María Arguedas” por la Escuela Nacional Superior de Folklore (2011).
Entre sus interpretaciones más conocidas están las canciones de música popular “Vírgenes del sol”, “Serrana ingrata” y “La pampa y la puna”, del compositor trujillano Carlos Valderrama, por la que fue comparada con la también soprano de coloratura, Yma Sumac.
En agosto de 2013, el Ministerio de Cultura la distinguió como Personalidad Meritoria de la Cultura, en el marco de las celebraciones por el Día Mundial del Folklore, en mérito a su importante trayectoria en la interpretación y difusión de la lírica andina del Perú.
La mañana del 2 de mayo del presente año, Condori Sulca nos dejó, después d euna constante lucha, el cáncer se llevó a esta maestra, una de las grandes difusoras de nuestra cultura andina peruana.
Siwar Q’ente se quedará en los corazones de los que pudieron disfrutar del talento que la caracterizaba y su labor artística permanecerá como un hito en la lírica andina, marcando un camino para las próximas generaciones.
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