¿Y quién fue Carlos Fermín Fitzcarrald?

Carlos Fermín FitzcarraldEn 1982 se filmó en nuestra amazonía una aclamada película, dirigida por el alemán Werner Herzog, y protagonizada por actores de categoría mundial como Klaus Kinski y Claudia Cardinale. Titulada Fitzcarraldo, cuenta la historia de Brian Sweeney Fitzgerald, un comerciante y explorador irlandés, a quien los nativos llamaban “Fitzcarraldo” por la dificultad que tenían para pronunciar su nombre, y que pasó peripecias para cumplir con su objetivo final, llegar a las zonas más agrestes de la selva peruana para aprovechar la riqueza cauchera de la zona. El largometraje, sin embargo, está inspirado en hechos reales, con las obvias licencias artísticas del caso, tomados de la vida de un comerciante y explorador nacido en Áncash, que se convirtió en un rico empresario del caucho en las épocas en que este producto era uno de los impulsores más importantes de nuestra economía a nivel mundial. Fitzcarraldo alcanzó diversos galardones importantes en la industria cinematográfica, incluyendo la Palma de Oro en el Festival de Cannes y una nominación a mejor película extranjera en los Premios Oscar de ese año. Pero ¿qué sabemos del personaje real, cuyo nombre identifica a dos importantes provincias en Áncash y en Madre Dios? Descubramos aquí la vida e importancia de Carlos Fermín Fitzcarrald.

Carlos Fermín Fitzcarrald López (Áncash, 6 de julio de 1862 – Alto Urubamba, 9 de julio de 1897), fue un comerciante cauchero y explorador peruano, fundador de la ciudad de Puerto Maldonado y descubridor del istmo que lleva su nombre el cual logró atravesar. Desde 1988, por decreto supremo, su provincia natal, anteriormente denominada San Luis, en el departamento de Áncash, lleva su nombre en su honor.

Hijo del marino estadounidense retirado William Fitzgerald quien castellanizó su nombre a Guillermo Fitzcarrald y de la dama sanluisina Esmeralda López, descendiente de una antigua familia hacendada de la Zona de los Conchucos. Isaías Fermín, como fue bautizado, fue el mayor de 7 hermanos, pasando sus primeros años en la ciudad ancashina de San Luis, donde además de aprender el idioma inglés con su padre, también dominó el quechua a temprana edad. A los 7 años ingresó al colegio nacional La Libertad de Huaraz y posteriormente estudiaría en el Liceo Peruano de Lima siguiendo los planes de su padre, quien deseaba que se formara como marino, para continuar con la actividad ancestral de los Fitzgerald.

Al morir su padre, y viendo truncados sus estudios sin el apoyo económico que este le brindaba, enrumbó hacia el oriente peruano con el fin de probar fortuna. Tomó los mapas de ríos peruanos de su padre y viajó hasta Huánuco, durante su estadía en esta ciudad es­talló la guerra con Chile y Carlos Fermín se enlistó con 17 años al ejército, poco después fue acusado de espía por carecer de documentos y tener mapas de los ríos orientales. Sometido a consejo de guerra fue condenado a muerte, pero afortunadamente el párroco quien le daría la extrema unción, lo reconoció gracias a que en sus viajes de misionero se hospedó en la casa de los López en San Luis y prestó juramento garantizando su conducta. Viajó a Loreto, donde se ocultó por casi diez años, cambiando su nombre a Carlos y alegando que era argentino.

El descubrimiento de grandes bosques de árboles de caucho y jebe en los territorios del actual departamento de Madre de Dios, en el Perú, especialmente en los ríos Manú, Tahuamanu, Las Piedras y Los Amigos, puso a esta zona en la mira de los caucheros.

La base de los caucheros peruanos se encontraba en Iquitos, por lo que era de suma importancia establecer una ruta practicable que comunicara los departamentos de Loreto y Madre de Dios. Una parte de este trayecto se podía efectuar por río, entrando por el Ucayali hasta sus nacientes en la unión del río Tambo y el río Urubamba. Desde ahí, sin embargo, la ruta se tornaba más problemática, pues no se conocía la forma de pasar, desde algún afluente del Urubamba, a algunos del Purús o del Madre de Dios, y la carretera era entonces inviable.

En estas circunstancias, Carlos Fermín Fitzcarrald emprendió la búsqueda del varadero que sirviese de comunicación entre esas dos cuencas. Su propósito era unir ese vasto y rico sector de la selva, en peligro por las excursiones de caucheros bolivianos y brasileros —que incluso tuvieron el proyecto de crear una República del Acre—, con la parte norte, ya recorrida intensamente por comerciantes y pobladores peruanos.

Fitzcarrald se lanzó a buscar el ansiado istmo en 1891. Además del interés por conectarse con Iquitos, tenía el de establecer mejores relaciones comerciales con empresarios brasileros y quizá sacar por ese territorio, sin tener que pasar por los controles de Iquitos, el caucho que extraía del Ucayali y el que podría extraer del Madre de Dios. En cualquier caso, lo cierto es que Fitzcarrald movilizó a centenares de nativos para localizar el varadero, del que tenía vagas noticias transmitidas por nativos piros y campas. A propósito de estos últimos, al parecer, Fitzcarrald, durante los más de diez años en los que se perdió en la selva, residió entre ellos y obtuvo gran predicamento.

El proyecto de Fitzcarrald era construir una carretera y, eventualmente, un ferrocarril para unir las cuencas del Purús y el Ucayali. Habiendo dejado gente para consolidar la trocha, viajó a Iquitos a comunicar su descubrimiento y buscar ayuda para concretar su proyecto. Al no encontrarla, adquirió la lancha a vapor Contamana, a la que planeaba desarmar para hacerla pasar por el istmo y luego volverla a armar en el Manu. La partida de la expedición desde la capital loretana se produjo en abril de 1894.

En mérito a los esfuerzos que había desplegado, Fitzcarrald obtuvo del Ministerio de Guerra la exclusividad de la navegación por el Alto Ucayali, el Urubamba, el Manu y el Madre de Dios, privilegio que le fue concedido en noviembre de 1896.

El famoso cauchero hizo todavía algunos viajes más a su varadero. En el último de ellos, partió de Iquitos el 1 de mayo de 1897. Además de mercadería para comerciar, el vapor Adolfito llevaba los rieles con los que se empezaría el tendido del ferrocarril del istmo. El 9 de julio la nave se dispuso a atravesar uno de los rápidos del Alto Urubamba, en el pasaje conocido como Shepa. Estaban a punto de lograrlo, pero en la maniobra se rompió la cadena del timón y la corriente estrelló el barco contra las rocas. En medio de la confusión, Carlos Fermín Fitzcarrald vio que su socio boliviano Vaca Díez estaba ahogándose y acudió en su auxilio, pero las aguas lo envolvieron. Así murió, a la temprana edad de 35 años.

La obra de este cauchero de leyenda ha sido discutida por varios biógrafos, sobre las repercusiones negativas que tuvo entre la población nativa de la selva. Sin los ribetes de escándalo y las acusaciones que rodean la actuación de Julio César Arana del Águila en el Putumayo, la aventura de Fitzcarrald en busca de riqueza, y al margen de los sentimientos patrióticos y particulares ideales de civilización que él pudo albergar, indudablemente sacrificó cientos de vidas, pero a diferencia de otros hijos de su tiempo, Carlos Fermín Fitzcarrald también puede ser recordado como descubridor.

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2 Responses to ¿Y quién fue Carlos Fermín Fitzcarrald?

  1. LUIS dice:

    Carlos F. Fitzcarrald NO ES FUNDADOR DE PUERTO MALDONADO. Lo fue el PRIMER COMISARIO Y DELEGADO SUPREMO DON JUAN S. VILLALTA.

  2. Reymundo Jimeno Mora dice:

    Carlos Fermin Fitzcarrald, nacido en San Luis Ancash, durante su corto tiempo de vida (35 años), demostró una personalidad  emprendedora, aventurera, perceverante, audaz y valiente, para lograr sus objetivos, se debe considerarse  como  un ejemplo de  virtudes para la juventud actual, al igual que  otros heroes de nuestra historia lleno de patriotismo, abnegacion y heroismo en pro de  un Peru mejor, forjador del desarrollo de la Historia del Peru en las fronteras de  Brasil y Bolivia.

     

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