¿Y quién fue San Pablo Apóstol?
Saulo, ciudadano romano nacido en la ciudad mediterránea de Tarso (actual Turquía), se dedicó a perseguir cristianos durante su primera juventud pero fue convertido al cristianismo, según relata la Biblia, por el mismísimo Jesús resucitado. Esta historia, fantástica para los no creyentes y parte de la doctrina para quienes profesan la religión católica, dio origen al nacimiento de una de las figuras más importantes en la difusión y posicionamiento, para utilizar terminologías más afines a nuestros tiempos, del culto a Jesucristo en el mundo. Conocido como Pablo y más tarde, como San Pablo Apóstol, es un personaje cuya vigencia se mantiene a pesar de las contradicciones de su vida y obra. En tiempos de luchas civiles por la unión entre personas del mismo sexo parece extraño que aun se reciten los versos de Pablo en las bodas religiosas, pues lo más probable es que muchas parejas heterosexuales jóvenes, que usan esas líneas en sus ceremonias, no aprueben lo que escribió Pablo sobre la homosexualidad. Pero mejor sepamos más acerca de la vida y paso por la Tierra de San Pablo Apóstol (la imagen corresponde a un cuadro de El Greco, que se encuentra actualmenteen el Museo de Arte de Saint Louis (Missouri, EE.UU.)
Saulo de Tarso, más conocido como San Pablo Apóstol, fue un ferviente seguidor del Cristianismo, quien llevó a convertir esta doctrina en una religión universal. Pero Saulo no siempre fue un cristiano pues participó en las primeras persecuciones que se perpetraron contra los seguidores de Cristo.
Catorce de los veintisiete libros del Nuevo Testamento han sido tradicionalmente atribuidos a su autoría, y aproximadamente la mitad del libro Hechos de los Apóstoles tienen que ver con la vida y obra de San Pablo. Siete de las epístolas han sido consideradas auténticas por diversos expertos, y sobre las restantes aun hay debates acerca de su veracidad.
Saulo habría nacido entre los años V y X en Tarso, una ciudad que ocupa el territorio que hoy pertenece a Turquía. Tenía la nacionalidad romana y creció en el seno de una familia de judíos fariseos.
Un día, durante un viaje a Damasco, poco tiempo después de la crucifixión de Jesús, Saulo recibió una gran bendición, el mismo Jesús se le habría aparecido en el viaje con el fin de que aceptara a Jesucristo como su Salvador y se convierta al Cristianismo, que en aquel tiempo era considerada una secta herética del judaísmo. En esa misma ocasión fue que Jesucristo le cambió el nombre de Saulo por el de Pablo de Tarso.
La conversión de Pablo puede ubicarse entre los años 31 y 36 de la Era Cristiana, tomando como referencia lo que escribe en una de sus cartas. Para quienes deseen consultar la Biblia, también hay referencias de este capítulo en Hechos de los Apóstoles (9:1-31; 22:1-22; y 26:9-24). En la historia se cuenta que, luego de ver a Jesús resucitado, Pablo quedó ciego durante tres días, hasta que Ananías, un doctor de Damasco, le hizo recuperar la vista. Esta experiencia lo convenció de la misión que le encomendaba Dios.
Desde esa fecha, Pablo se dedicó a difundir la Buena Nueva por todos lados a donde viajaba, como Grecia, Asia Menor, Siria y Palestina, además escribió cartas a diferentes pueblos del mediterráneo.
Pablo tuvo una formación en teología, filosofía, hechos jurídicos, lingüística y mercantil, además dominaba los idiomas como el griego, latín, arameo y hebreo, esta situación le abrió varias puertas para la difusión de su mensaje.
El Apóstol dejó varios conceptos que prevalecen hasta hoy en el Cristianismo como el del pecado original, la creencia de que Jesús murió en la cruz por los pecados de los hombres y que su sufrimiento redime a la humanidad. Que Jesucristo era el mismísimo Dios y no solo un predicador, el rechazo de la sexualidad y la subordinación de la mujer.
Uno de los escritos de San Pablo Apóstol, que se encuentra en el séptimo libro del Nuevo Testamento, es muy utilizado en las misas de la actualidad, particularmente en los ritos asociados al sacramento del matrimonio. El pasaje, a la letra, dice lo siguiente:
“1Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si me falta el amor sería como bronce que resuena o campana que retiñe. 2Aunque tuviera el don de profecía y descubriera todos los misterios, -el saber más elevado-, aunque tuviera tanta fe como para trasladar montes, si me falta el amor nada soy. 3Aunque repartiera todo lo que poseo e incluso sacrificara mi cuerpo, pero para recibir alabanzas y sin tener el amor, de nada me sirve. 4El amor es paciente y muestra comprensión. El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. 5No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo. 6No se alegra de lo injusto, sino que se goza en la verdad. 7Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo” (Primera Carta a los Corintios, 13:1-7)
Murió ejecutado en el año 67, luego de ser apresado en Roma durante el gobierno de Nerón. Aunque existen diversas teorías sobre su fallecimiento, esta es la más difundida. San Pablo tiene un santuario principal en la Basílica de San Pablo Extramuros en Roma, Italia. Tras una serie de excavaciones realizadas en este lugar desde 2002, un grupo de arqueólogos del Vaticano descubrieron en 2006, restos humanos óseos en un sarcófago de mármol ubicado bajo el altar mayor del templo. La tumba data aproximadamente del año 390. Mediante la técnica de datación por medición del carbono-14, pudo determinarse que los restos óseos provenían del siglo I o II. En junio de 2009, el papa Benedicto XVI anunció los resultados de las investigaciones realizadas hasta ese momento y expresó su convicción de que, por los antecedentes, ubicación y datación, podría tratarse de los restos de San Pablo Apóstol.
San Pablo Apóstol
Pablo escribio el libro de Gálatas 4:26 y actualmente esta profecia se esta cumpliendo.
gracias por la información.