18 de enero: Lima celebra su cumpleaños 482
Desde la señorial "Ciudad de los Reyes" como se le conoció tras su fundación española en 1535 hasta la actual Lima "de todas las sangres" mucha agua ha corrido debajo del puente, haciendo de nuestra capital un crisol de culturas, identidades y formas de vivir tan distintas entre sí que resulta difícil entender su origen y posterior desarrollo. Los docentes tenemos un desafío frente a nuestros alumnos, muchos de los cuales son hijos de una tercera o cuarta generación de habitantes que nunca conocieron aquella Lima "de antaño" que aun añoran las personas mayores: el de ayudar a los nuevos limeños a identificarse y querer su ciudad, cuidar sus calles y reconocer sus particularidades, alejando prejuicios y malas prácticas heredadas del pasado.
Esta semana nuestra capital está de aniversario. La Municipalidad Metropolitana de Lima ya ha anunciado la fiesta de celebración con orquestas de salsa, personajes de farándula y viandas de todo tipo, para que la población festeje "como se debe" esta fecha especial. Motivo de sobra para pensar, desde nuestro rol como docentes, cuánto se ha transformado en Lima en los años recientes y qué nos toca hacer para resaltar sus aspectos positivos y contribuir a la erradicación de sus males.
Hace 53 años, el periodista y filósofo Sebastián Salazar Bondy escribió lo siguiente, en su ensayo Lima, la horrible: "Lima se ha vuelto una urbe donde dos millones de personas se dan de manotazos, en medio de bocinas, radios salvajes, congestiones humanas y otras demencias contemporáneas, para pervivir". En ese entonces no había micros ni combis, el fenómeno de la migración apenas comenzaba y el reggaetón estaba a décadas de aparecer y, sin embargo, esta descripción podría aplicarse a cualquier día de la semana pasada. Un detalle más, en esas cinco décadas hemos pasado de ser dos a casi once millones de habitantes. ¿Qué hacemos por mejorar nuestra ciudad?
Son las pequeñas cosas, los detalles de nuestro comportamiento los que serán determinantes para ayudar a que nuestra ciudad sea un poquito mejor cada día. Por ejemplo, usando los contenedores de desperdicios en lugar de botar botellas, palitos de helado o envolturas de todo tipo al suelo (y si estamos en un vehículo, guardar en el bolsillo o maletín los desperdicios en lugar de dejarlos caer al piso o por las ventanas). No tocando el claxon, ya sea que manejemos una combi, un microbús o nuestro auto particular. Respetando al vecino, al conciudadano, a las personas mayores, No pintando las paredes o los monumentos públicos. Conociendo nuestra historia y tradiciones.
El mismo día del cumpleaños de Lima, nació en 1911 el escritor y antropólogo José María Arguedas, autor de Todas las sangres, una de las frases que más se utiliza actualmente para describir la naturaleza diversa de Lima. Esta Lima provinciana difiere mucho de la Lima de siglos pasados, aquella cuya población era mayoritariamente criolla (hijos de españoles e indígenas). Pero también es diferente a la que describió Salazar Bondy. Está más poblada, hay grandes centros poblados que nacieron de la invasión y el fenómeno de las migraciones descrito por Matos Mar en los años 70s.
Nuestros alumnos son, en su mayoría, hijos y nietos de esa nueva generación de limeños cuyas raíces no saben de valses ni jaranas, sino de costumbres de otras regiones. Tenemos una oportunidad de lujo para enseñarles que, en esa historia y desarrollo están las claves para entender por qué tenemos un tráfico tan desordenado, por qué la farándula es tan escandalosa, por qué aun hay manifestaciones de racismo en la televisión, en la política, en las calles ¿Qué celebrarán cada 18 de enero?
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