Antártida: El sexto continente
Durante la semana pasada se habló mucho del viaje del Presidente de la República a la Antártida, limitando la información a la innegable imprudencia de haber llevado a toda su familia a un viaje oficial. Explicaciones políticas, análisis, críticas e intentos de justificación sepultaron la posibilidad de ampliar el tema y dar una mirada a esta inmensa y enigmática parte de nuestro planeta que continúa siendo un misterio para muchos de nosotros. Conozcamos algunos datos interesantes acerca de la Antártida.
Desde que comenzaron a surgir las teorías acerca de la redondez de la Tierra, los puntos extremos del planeta fueron un permanente enigma para navegantes y exploradores. Ya en el siglo I, el griego Claudio Ptolomeo, en su célebre planisferio, consideró la existencia de un territorio austral por debajo de la Tierra del Fuego pero no fue sino hasta 1520 que Hernando de Magallanes descubrió que el estrecho que hoy lleva su nombre, unía al sur de Argentina con aquellas tierras inexploradas del Polo Sur.
El 19 de febrero de 1819 se avistó tierra por primera vez en la zona que hoy conocemos como Antártida y el descubrimiento fue hecho por el cazador de focas inglés William Smith, mientras navegaba hacia Valparaíso. El nombre «Antártida» o «Antártica» proviene del término latín «antarcticus» que significa «opuesto al Ártico», es decir, al Polo Norte. Desde esa fecha, miles de exploradores de diversas nacionalidades han llegado hasta su superficie gélida, uno de los ecosistemas más ricos en recursos naturales hasta la fecha.
Tiene más de 4,500km de diámetro y un área aproximada de 14 millones de km2. El hielo puede tener un espesor promedio de hasta 2,500 metros. Durante el verano se producen las llamadas «noches blancas» pues el sol no se oculta durante ciclos completos de 24 horas. Estas noches blancas, comunes también en algunas ciudades polares, son uno de los fenómenos más fascinantes de la naturaleza. La temperatura promedio en esta época de verano es de 0°C y la más baja registrada es de -89°C, la más fría en todo el planeta.
Aunque no es en realidad un continente habitado, hay entre 1,000 y 4,000 personas que viven en la Antártida, cumpliendo básicamente tareas de investigación científica, la única actividad humana permitida en virtud al Tratado Antártico, suscrito en 1959 para proteger su ecosistema de la voracidad empresarial y explotadora de recursos naturales. Precisamente, este tratado establece que salvo la investigación, el turismo y la pesca (estas dos últimas con algunas restricciones), las demás actividades humanas están totalmente prohibidas.
Actualmente hay 40 Bases Científicas Antárticas permanentes y 6 que operan según la estación (verano o invierno), entre las cuales está la Base Machu Picchu del Perú, instalada desde 1988. Nuestro país es miembro consultivo del Tratado Antártico desde 1981 y realiza diversas actividades científicas, como estudios geográficos, geológicos, climatológicos y biológicos. Entre los campos de estudio más importantes están la conservación de la especie marina conocida como krill (una especie de crustáceo), sus posibilidades de consumo y el comportamiento de las aguas dulces que dan origen a la Corriente de Humboldt.
El viaje del Presidente de la República fue para visitar la Base Machu Picchu al cumplirse 25 años de su instalación en la Antártida, además de reforzar la presencia peruana en estas tierras polares, debido a una serie de derechos adquiridos a través del Tratado Antártico. Lamentablemente, la inoportuna presencia de la Primera Dama y sus hijas redujo esta visita, la primera de un presidente peruano en la historia, a un titular cualquiera, que no se diferencia en nada de los demás escándalos a los que nos tiene acostumbrados la política nacional.
Bueno no sabía de esta noticia pero e parece terrible la verdad.
El paisaje que ahora se observa en la Antártida es el resultado del gran cambio climático ocurrido durante las glaciaciones pleistocenas.
Disfrutemos mientras podamos de esta maravilla de la naturaleza ya que mucho me temo que generaciones venideras no van a poder hacerlo
Que pena que se esté destruyendo esta maravilla de la naturaleza.
No somos conscientes de las consecuencias que traerá el deshielo,debemos ponerlo remedio inmediatamente.
Otra maravilla de la naturaleza que estamos destruyendo,esta por el cambio climático y no será la última.
Pocas cosas naturales tan bellas como esta quedan ya.