La música de Bach ha sido reverenciada a través de los siglos debido a su intensidad, belleza artística, espiritualidad y dominio técnico. Johann Sebastian inició su formación musical desde muy pequeño, y recibió las primeras lecciones de piano de parte de su padre. Se hizo conocido como intérprete, profesor y compositor de piezas para piano, órgano y clavicordio pero además tocaba el violín y la viola con gran destreza. Maestros de la música de los siglos 18 y 19 como Mozart, Beethoven, Chopin, entre otros, se declararon como sus admiradores y, en el mundo de la música moderna, es interminable la cantidad de personalidades que mencionan a J. S. Bach como una de sus principales influencias.
Las composiciones de Bach se caracterizan por el uso del contrapunto, técnica que también se conoce como de «llamada y respuesta», que posteriormente se ha utilizado incluso en la música popular. Además, Bach ha compuesto gran cantidad de música eclesiástica. Sus cantatas, conciertos, misas y obras corales constituyen una obra artística de enorme significado espiritual y hasta hoy se utilizan como símbolos de la relación permanente del hombre con Dios.
Entre las obras más conocidas de J. S. Bach podemos destacar la Tocata y fuga en Re menor (1703), los seis Conciertos de Brandenburgo (1721), entre otras.
Por su parte, la obra de Modest Mussorgsky se caracterizó por su naturaleza nacionalista, con suites basadas en hechos y personajes de la historia rusa, una tendencia transversal a diversas manifestaciones artísticas de la ex Unión Soviética. Ha compuesto óperas, conciertos para piano – instrumento que aprendió a tocar desde muy joven – y sonatas para orquesta, todas ellas marcadas por un estilo grandioso, intenso y muy desafiante al oído.
Algunas composiciones de Mussorgsky han pasado a formar parte de la cultura popular a través de diversos usos en películas, comerciales de televisión, etc. Por ejemplo, su poema orquestal Night on bald mountain (Una noche en Monte Calvo, 1867) fue utilizada en el film Fantasia (1940) de Walt Disney y la suite para piano Pictures at an exhibition (Cuadros en una exhibición, 1874) fue adaptada al rock por el trío británico Emerson, Lake & Palmer en 1972.