Fundación española de Lima: 481 años después
Hace 481 años, en 1535, Francisco Pizarro fundó Lima y posteriormente, la convirtió en capital del Virreynato del Perú. Antes de esa fecha, el territorio conformado por los valles de los ríos Rímac, Chillón y Lurín no tenían nada de particular, salvo ser el lugar en el que se asentaron algunas culturas preincas que serían conquistadas primero, por el Imperio Wari y luego por los mismísimos Incas. Hoy, vestigios de esas culturas han salido a la luz y con el auge de ciertas campañas de preservación del patrimonio histórico de nuestro país, se han hecho conocidas. Pero lo que se celebra el 18 de enero de cada año es la fundación española de Lima, un concepto que, independientemente de que pueda generar sentimientos encontrados y opiniones diversas, constituye en sí mismo un hecho histórico que merece ser recordado y reconocido en su real dimensión.
Con el correr de los años, Lima fue adquiriendo su propia personalidad, habida cuenta del permanente flujo de españoles, indígenas y esclavos de otros lugares del mundo, convirtiéndose en un crisol de razas que generó su propia estirpe étnica: el mestizo. A pesar de los prejuicios, la desinformación y la profunda ignorancia que cunde en nuestras sociedades, la raza limeña es 100% mestiza, combinación inagotable de diversos tipos raciales y hoy, casi cinco siglos después, ese aspecto está fuera de discusión. Como reza el famoso dicho popular, a menudo atribuido a don Ricardo Palma, “el que no tiene de inga tiene de mandinga”.
Sin embargo, y como ocurrió en cada rincón de nuestro diverso Perú, en Lima se desarrollaron una serie de tradiciones, costumbres y personajes típicos que le daban un color especial, tan especial como las particularidades que podemos encontrar en Ayacucho, Arequipa, Cusco o cualquier otro lugar.
Las construcciones coloniales (balcones con celosías, iglesias monumentales, callecitas y solares con portales); los habitantes que de manera inmortal registrará Pancho Fierro en sus acuarelas (las tapadas, los pregoneros, los serenos); la música limeña (el vals, la polka, las variantes de las expresiones negras); la comida; etc., conforman la idiosincrasia limeña, aquella que hoy, 478 años después, queda prácticamente sepultada frente a la “nueva Lima”, ensalzada con fines comerciales y políticos, mediante la falacia de la “inclusión” y convierten las celebraciones por el aniversario de Lima en un desfile de saltimbanquis, propio de algún programa farandulesco de fin de semana.
En este blog, llamado Lima, la única, un grupo de historiadores y comunicadores nos presentan interesantes artículos y archivos fotográficos acerca de esa Lima “criolla, alegre y jaranera” que describe don Manuel Raygada Ballesteros en su vals Acuarela criolla. Queremos compartirlo con todos ustedes. Hacer click aquí.
Plaza de Armas de Lima en 360°: www.panorammer.com/panoramas/4_plazadearmaslima
(*) En este enlace, la historia del Escudo de Armas de nuestra capital:
www.boletindenewyork.com/escudolima.htm
Debemos cuidar más nuestra capital.
Tenemos que recuperar la vieja Lima.
Lima, 478 años después de su fundación, es hoy una mezcla inconmensurable de culturas, etnias, razas y sangre
Al paso que vamos no nos va a durar mucho la ciudad como no cambiemos de mentalidad.
No hay duda que Lima ya no es que como era antes, no hay más seguridad.