Grandes artistas del Siglo XX: Akira Kurosawa (1910-1998)

Akira KurosawaEl pasado fin de semana se conmemoró un año más de la desaparición física de uno de los artistas visuales más interesantes del siglo 20. Hablamos del director de cine japonés Akira Kurosawa, aclamado por la crítica especializada como una de las mentes más lúcidas y creativas del séptimo arte. Reconocido por prácticamente todos los grandes directores de Hollywood como una de sus influencias fundamentales, Kurosawa no goza de esa misma popularidad entre los nuevos públicos cinematográficos, debido a la sobrecarga de películas “de entretenimiento” repletas de efectos especiales e historias huecas. En la otra acera cinematográfica, Kurosawa privilegiaba las historias densas que involucraban sentimientos como la amistad, la traición, la lealtad, el valor, el honor. Además, basó su cine en la rica historia de su país, narrando idiosincracias, costumbres y símbolos de Japón de forma única, casi siempre apoyado en las portentosas actuaciones de Toshiro Mifune, su intérprete principal.

Akira Kurosawa estará por siempre relacionado a la creación de poderosas imágenes cinematográficas que han deleitado a millones de espectadores alrededor del mundo. Kurosawa nació el 23 de marzo de 1910 en Tokio, Japón, en una familia de siete hermanos.

Cuando tenía 28 años, Akira escuchó de la existencia de una escuela de aprendices para director en el estudio de cine Toho. Desde sus primeras realizaciones cinematográficas, Kurosawa tuvo que someterse a la rigurosa censura del gobierno japonés que objetaba el contenido de sus películas.

El primer largometraje de Kurosawa que fue galardonada en un festival internacional lleva por título Rashomon. Esta película cuenta la historia de una mujer y su esposo, quienes son asaltados en medio del bosque por un samurai que reta a duelo al cónyuge de la desafortunada mujer. Cuando el asalto se ha perpetrado y se inician las investigaciones para hallar la verdad del crimen, todos los testigos presenciales dan un testimonio distinto con respecto a los hechos. Sin lugar a dudas una perspectiva genial la que Kurosawa nos da a conocer con esta película porque denota que la verdad no es absoluta, sino subjetiva. Kurosawa obtuvo por esta cinta el León de Oro del festival de Venecia el año 1951.

Toda la tradición de lo que fue el Japón medieval guerrero se ve grandiosamente documentada en el cine de Akira Kurosawa. Este genial creador cinematográfico nipón fue nos regaló a los personajes más sublimes que hayan podido ser proyectados en una pantalla de cine. ¿Quién no recuerda al burócrata que al final de su vida se da cuenta que lo único que ha hecho con su tiempo es estar detrás de un escritorio? Valiosa reflexión la de Kurosawa en Ikiru (Para vivir), fenomenal película del año 1952. La bondad de Derzu Uzala, quizás el personaje más generoso y sabio de la historia del cine, fue llevada de magnífica manera al celuloide por el maestro japonés en la película del mismo nombre, Derzu Uzala (1975), una conmovedora historia de amistad.

En Los siete samurais (1954) Akira Kurosawa aborda el tema de la vida en colectividad y las formas de organizarse para buscar protección contra la criminalidad en épocas en que no existía la ley. Esta película influenció el western americano, un género que no estaba en relación directa con el Japón medieval. La cinta de Kurosawa fue la base sobre la que se creó otro clásico del cine, The magnificent seven (1960). En este remake de la película del maestro japonés, el director John Sturges coloca sobre un escenario del viejo oeste los elementos que hicieron inolvidable a la versión original, con un reparto de lujo que incluyó a Charles Bronson, Yul Brynner, James Coburn, Steve McQueen, entre otros.

En Los sueños (1990) Kurosawa nos transporta a distintas dimensiones espacio-tiempo para mostrarnos tradiciones muy antiguas de su Japón natal, a la vez que nos regala su visión del arte. Esta fantástica película también es una advertencia que nos invita a tomar conciencia sobre las consecuencias de nuestras acciones si continuamos destruyendo al planeta tal y como lo venimos haciendo.

Para despedirse, Kurosawa rodó Madadayo (1993), la sensible evidencia de respeto y dilección que este grandioso realizador dedica a los maestros y profesores. Akira Kurosawa ha marcado tanto el cine y la cultura a nivel mundial que incluso directores de cine como Steven Spielberg y Francis Ford Coppola le han rendido homenaje en repetidas oportunidades. En el año 1990, la Academia Norteamericana de Cine le entregó un Oscar honorífico por su larga trayectoria y la importancia de cada una de sus películas para la historia del séptimo arte.

El maestro del cine japonés dejó de existir un 6 de septiembre de 1998 a la edad de 88 años. Todas las generaciones de directores de cine que crecieron viendo su obra, lo admiran por su incalculable valor como el ojo que nos mostró lo interesante que es la cultura japonesa.

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