Una de las personalidades más importantes en el desarrollo de la historia del imperio español fue, sin duda alguna, Isabel I de Castilla, más conocida como Isabel la Católica. Sus tres décadas de reinado consolidaron la hegemonía de los españoles, gracias a su fuerte carácter y sus decisiones políticas, que permitieron ampliar los dominios de la corona hispana. Junto a su esposo, que además era su primo hermano, Fernando de Aragón, se les conoció como los Reyes Católicos, título que les fue concedido por el papa Alejandro VI.

Sus actos de regencia fueron decisivos en lograr la reconquista de España del poder de los moros y en el descubrimiento de América por Cristóbal Colón. Es conocido el trascendental papel que tuvieron los Reyes católicos – y particularmente la reina Isabel – en el financiamiento de los viajes del célebre navegante genovés, quien al principio no contaba con el apoyo y la confianza de todos ante sus afanes expedicionarios, que terminaron con el descubrimiento de nuestro continente, territorio que incorporó a su imperio y que fue el sustento de su gran expansión y de su inmensa riqueza.

Un día como hoy, en 1504 falleció Isabel la Católica y fue sucedida por su hija Juana, conocida en la historia universal como Juana la Loca. Derrama Magisterial te invita a conocer más acerca de la vida y trayectoria de esta mujer que dejó su huella en la humanidad:

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