La importancia de la investigación en la docencia

Quienes trabajamos en el sector educación estamos ya acostumbrados a escuchar que la educación, en el pasado, era mejor. “Los maestros eran eminencias, catedráticos de universidad, escritores, científicos”. ¿Qué hacía a los maestros de antaño diferentes a los actuales?: la investigación profunda, las horas de lectura, el estudio disciplinado. La investigación es una de las cuatro herramientas que resultan básicas para un desempeño docente óptimo (las otras tres son la vocación, la integridad y la capacidad innovadora). Si no investigamos tenemos riesgo de quedar rápidamente desplazados, sobre todo en estos tiempos, por la tecnología y su multiplicidad de fuentes de información, las mismas que no siempre son del todo exactas.

 

Una de las principales herramientas que tenemos los docentes para progresar profesionalmente es la investigación, interesarnos por profundizar nuestros conocimientos, no solo sobre la materia que enseñamos en la escuela, sino sobre novedades en diversos campos del saber humano que nos permitan dar un ángulo novedoso, conectar y realizar asociaciones de ideas que hagan más interesantes nuestras clases y estimular al alumno a seguir ese camino, de no conformarnos con lo que dice un libro o una página web. Ir más allá. Saber cada vez más y estar en condiciones de compartir ese aprendizaje con los demás.

Un docente que además es investigador tiene en la lectura a uno de sus principales aliados en este crecimiento personal y académico. La investigación va abriendo puertas nuevas y sorprendiendo con la aparición o surgimiento de un dato adicional, complementario, que explique un proceso o hecho histórico y que reoriente lo que ya sabíamos.

Siempre es útil darnos un tiempo para investigar, preparar una clase y ampliar sus límites. El espíritu del investigador vive en cada profesor con vocación y jamás es considerado un trabajo extra. Por supuesto, esto no quita que sea valorada como parte del esfuerzo por ser mejor en la educación que se brinda y sea, por ende, valorizada. Encontrar el equilibrio entre la investigación placentera, que brota de la vocación por aprender y la investigación como acto complementario a la jornada laboral docente es un tema que debe tocarse más en las oficinas de gestión educativa.

¿Por qué continúa siendo importante la labor investigadora?

a) Aquellos profesores que realizan investigación tienen una probabilidad mayor de explicar un curso o área de enseñanza que aquellos otros que no investigan.

b) Ante la aparición de nuevas ideas, aquellos profesores que investigan tienen mayor capacidad para decidir cuáles de ellas constituyen nuevas corrientes de pensamiento original que añaden valor al conocimiento previo y cuáles no.

c) Además, los docentes que investigan se ven forzados a ahondar en la justificación de sus argumentos, a la vez que deben contrastar su validez contra las ideas de las otras corrientes imperantes, lo cual lleva a los investigadores a conocer todo el espectro de las nuevas líneas de pensamiento científico.

 

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