La Literatura de luto: Eduardo Galeano y Günter Grass partieron el mismo día

Eduardo Galeano y Günter GrassVivimos en una época de imágenes, mensajes cortos, tiempo real y efectos especiales, en la cual los libros de gran formato, volumen y profundidad ideológica parecen casi objetos de museo, venerables para algunos y absolutamente incomprensibles para otros. Por eso, noticias como el fallecimiento de dos maestros de la palabra escrita como el uruguayo Eduardo Galeano (74) y el alemán Günter Grass (87) quizás no ocupen las primeras planas pero reciben toda la atención de parte de quienes, como ellos, cultivaron el sano vicio de la lectura y en el caso de estos grandes de la literatura mundial, no hablamos de cualquier tipo de lectura, sino de aquella que con el paso de los años se convierte en la conciencia moral de varias generaciones. El oficio del pensamiento, tan venido a menos, tuvo en ambos escritores a dos de sus exponentes más controversiales y a la vez, influyentes, ya sea mediante ficciones o ensayos sobre la realidad en la que les tocó moverse, estos artistas han dejado una huella imborrable en quienes los conocimos a través de sus páginas, las cuales mostraron al mundo lo mejor de su creatividad, agudeza y libertad, tres características que les dieron fama y prestigio, pero también fuertes críticas y controversia, al no pretender nunca estar del lado de aquellos que tienen como meta artística el quedar bien con todo el mundo.

Günter Grass pasó a la inmortalidad con su primera novela, El tambor de hojalata, publicada en 1959, una alegoría mágico-religiosa que dio origen a un renacimiento de la literatura alemana de post-guerra. Grass, que nació en la ciudad polaca de Danzig (hoy Gdánsk) de padres germanos, había publicado algunas obras de teatro y poesía pero fue con este extenso relato -cuya adaptación al cine, en 1979, ganó prestigiosos premios como la Palma de Oro de Cannes y el Oscar a Mejor Película Extranjera- que abrió su llamada Trilogía de Danzig, la que marcaría su perfil literario a través de las décadas.

La imagen amigable, reflexiva y paternal de Grass, con enormes bigotes oscuros y su inseparable pipa, fue puesta en entredicho a nivel internacional, tras las revelaciones que él mismo hiciera en sus memorias tituladas Pelando la cebolla (2006), en las que contó haber pertenecido, durante su primera juventud, a las huestes que apoyaban los planes expansionistas de Adolfo Hitler. Grass, que siempre había sido identificado como defensor de ideas socialistas y representante del ala culta de la izquierda europea, asestó el golpe con entereza y mantuvo intacto su prestigio. Günter Grass recibió en 1999 el máximo galardón de la literatura mundial, el Premio Nobel, «por su trabajo que, a través de fábulas oscuras retrató la cara olvidada de la historia».

Por su parte, Eduardo Galeano es uno de los escritores, ensayistas y periodistas más agudos y confrontacionales hacia el poder político y económico mundial, poseedor de una pluma incómoda para enormes sectores de poder quienes no podían ignorar sus artículos, extensos análisis políticos, filosóficos y sociales en donde hacía notar aquellas cosas que nadie más se atrevía a decirles. Su obra capital, Las venas abiertas de América Latina (1971), ha sido traducida a más de 20 idiomas y se hizo universalmente conocida el año 2009, luego de que Barack Obama, actual presidente de los Estados Unidos, la recibiera como regalo de manos de Hugo Chávez, entonces presidente de Venezuela, durante la Quinta Cumbre de las Américas. El escritor y periodista uruguayo había declarado lo siguiente, tras la elección de Obama: «La Casa Blanca será la casa de Obama en los próximos años, pero esa Casa Blanca fue construida por esclavos negros. Y espero que él nunca olvide eso».

Galeano falleció a los 74 años de edad, en su casa de Montevideo, capital del Uruguay. En el 2007 fue operado a causa de un cáncer al pulmón, que superó con éxito. Sin embargo, en los últimos años su salud se había resquebrajado a consecuencias de serias dolencias asociadas a esta enfermedad. Galeano, quien solía mantener una presencia permanente en el debate social y político, así como en el activismo a favor de las campañas que protegían el medio ambiente y el consumo de productos naturales frente al avance de los transgénicos, comenzó a reducir sus apariciones públicas y publicaciones.

Dos grandes de la literatura mundial cuyos legados se mantendrán vigentes, tanto en la memoria de quienes los leyeron durante décadas como en aquellos que los conocen recientemente, a través de noticias, links de internet o citas de terceros. Aquí algunos enlaces sobre sus vidas y obras:

Diario El País (España)

http://cultura.elpais.com/cultura/2015/04/13/actualidad/1428928171_482353.html

Diario El Mundo (España)

http://www.elmundo.es/cultura/2015/04/13/552b8a2c268e3e9d618b457a.html

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2 Responses to La Literatura de luto: Eduardo Galeano y Günter Grass partieron el mismo día

  1. REYNALDO NAUPAY IGREDA dice:

    Muchos pesares por el Sr. EDUARDO GALEANO,gracias a su libro ESPEJOS pude conocer a mis 68 años la hipocresía e muchos «dioses» de la historia…la filosofía de la miseria de algunos que juegan con el destino de la humanidad.Amen poe GUNTER GRASS…el inolvidable TAMBOR DE HOJALATA.

  2. nilo dice:

    LOS BUENOS HOMBRES SON COMO LA ESTRELLA FUGAZ, APARECEN EN EL FIRMAMENTO BRILLAN Y DESAPARECEN.

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