Reflexiones Magisteriales: Después del Mundial… ¡A practicar más deportes en las escuelas!
Este fin de semana culmina el Campeonato Mundial de Fútbol Brasil 2014. Sesenta y cuatro partidos que han mantenido en vilo a países enteros, participantes o no en esta justa deportiva, y que han generado gran expectativa tanto en adultos como en jóvenes estudiantes de colegio. Por ello, nuestra especialista dedica esta columna a reflexionar, desde el punto de vista de un docente, sobre los beneficios que podemos obtener al aprovechar ese interés de nuestros alumnos por un deporte tan popular como el fútbol. La actividad física debe ser estimulada permanentemente y qué mejor oportunidad que esta para motivar en nuestros jóvenes otros aspectos del deporte como son la disciplina, tan necesaria para alcanzar grandes objetivos -en este caso, asistir a un mundial- y las bondades de un buen entrenamiento en términos de salud, agilidad y fuerza. Y como en nuestro país no tenemos los mejores ejemplos de ello, aprovechemos las demostraciones de estos deportistas para generar identificación por el deporte, la disciplina y el éxito conseguido en sana competencia y trabajo en equipo.
Se trata de una competencia que ha concitado la atención alrededor del planeta, sin duda alguna. El Mundial de Fútbol Brasil 2014 está a punto de finalizar y, más allá de qué equipo resulte ganador y levante la tan ansiada copa deportiva, existen algunas reflexiones que podemos hacer sobre estos eventos que generan tanta expectativa en nuestros alumnos con respecto al deporte y a la vida cotidiana en nuestras escuelas.
En estos días de tantos encuentros futbolísticos que atraen al público en general, parece un tema sin discusión que la práctica del deporte resulta siempre positiva para nuestros alumnos, pero si observamos con detenimiento, notaremos que las áreas de influencia de la actividad deportiva alcanzan a otros campos de la formación del educando que sobrepasan los evidentes resultados en el plano del desarrollo corporal. Los docentes debemos mantener muy presente que los deportes son una herramienta muy versátil que podemos utilizar en la formación integral de nuestros alumnos.
La práctica de deportes es una de las recomendaciones más repetidas por los médicos y especialistas para mantener la salud y el buen estado físico. En nuestros colegios, los deportes deben ser parte de las actividades que realizan nuestros niños y jóvenes, no solo en la clase de Educación Física sino también durante los recreos, paseos y demás tiempos libres.
Pero que los niños y jóvenes practiquen deporte contribuye a muchos más aspectos de los que a veces tomamos en cuenta, como por ejemplo: algunos deportes en equipo generan actividad de grupo, para lo que se requiere llegar a consensos y acuerdos, asumir roles y responsabilidades dentro del equipo, también activa el interés de los participantes por obtener más y mejores conocimientos acerca de la disciplina en la que desean participar, es decir generan motivación.
El deporte descarga mucha de la energía contenida en los alumnos, esa que es natural y saludable en ellos pero que, sin duda, necesita ser canalizada para su mejor aprovechamiento. Un niño que practica un deporte, sin necesidad de proyectarse a ser un profesional en él, ya está usando de manera positiva mucha de la vitalidad que su edad le proporciona y, a su vez, podrá aprender a manejar mejor sus reacciones y hasta sus niveles de agresividad, dentro de las reglas del juego.
Otro beneficio será la posibilidad de que los niños y jóvenes puedan mantener un buen balance entre su peso, talla y otros factores que intervienen en la conservación de la buena salud del estudiante y que colaboran a que su mente también tenga mejor disposición al estudio.
Lo afirmaban los griegos siglos atrás: “mente sana, en cuerpo sano” expresión que resume un estado de armonía manteniendo la salud integral y nunca olvidar que si nuestro cuerpo está saludable y activo favorecerá a un mejor desarrollo de nuestro intelecto gracias a esa condición.
Por ello, estimados colegas, es de suma importancia promover la práctica de deportes o alguna actividad física en nuestros alumnos. Atención que no todo es fútbol o tal vez vóley cuando se trata de las mujeres. Existen muchas otras disciplinas deportivas y artísticas que aportan una importante cuota de sana actividad que contribuye al desarrollo de los estudiantes. Más aún, debemos siempre tomar en cuenta que no todos los alumnos tienen las mismas preferencias y que, con nuestra ayuda, los chicos y chicas pueden encontrar otros deportes que se ajusten mejor a sus gustos, propiciando así una práctica permanente basada en el interés que le genera su práctica.
La actividad física, además, aleja los riesgos de depresión en niños y adolescentes, puesto que su práctica libera sustancias en el organismo que contribuyen con la sensación de bienestar y satisfacción. Sin embargo, también es muy importante recordar que los niños y jóvenes están en períodos de desarrollo y toda práctica deberá ser complementaria a su salud y desenvolvimiento. Poner demasiada presión en lo logros deportivos no es una práctica recomendable, puesto que puede generar ansiedad y frustración en el alumno e incluso llevarlo a perder el gusto por las actividades que realiza.
Lograr un buen balance de la actividad académica y física es trabajo de maestros y padres de familia en la búsqueda del equilibrio para los niños y jóvenes. Del mismo modo, mantener los niveles de competitividad dentro de los límites de lo cordial y apropiado, sabemos que nuestros alumnos son vehementes y que la sensación de ganar puede resultar la más ansiada por todos, pero inculcar el valor de participar y la importancia de ser protagonista de estas actividades también es vital para formar el carácter y la tolerancia en los estudiantes.
Como de costumbre, los maestros afrontamos grandes retos, poder guiar en la medida adecuada las actividades de nuestros alumnos es un trabajo de dedicación, observación y mucha paciencia para dar con las cantidades proporcionales que arrojen los mejores resultados. Como el químico en búsqueda de una fórmula perfecta pero que en este caso nunca debe olvidar que cada alumno es distinto y que lo que funciona para uno tal vez no tenga el mismo resultado en otro.
Una combinación balanceada de actividad intelectual con actividad física es fundamental para el éxito de la rutina escolar. Los niños y jóvenes deben practicar deportes y dejar de lado el sedentarismo que hoy, más que nunca, acecha nuestros centros educativos por la proliferación de los elementos propios de la tecnología como el celular, los juegos de vídeo, la televisión, entre otros. Estos dispositivos tecnológicos tienen en contra, además, el hecho de que alejan a los compañeros de la actividad colectiva y los aíslan del grupo. Por ello, los maestros tenemos en el deporte un gran aliado para recobrar la actividad grupal y social de nuestros alumnos.
Nos sobran razones para recomendar el deporte en nuestras clases y aprovechar la expectativa que dejan los grandes campeonatos a nivel mundial nos facilita en gran medida esta tarea de motivación. Gane quien gane este domingo en el Estadio Maracaná, no dejemos pasar la experiencia del Mundial sin obtener de ella un beneficio a futuro para nuestros alumnos.
que bueno