¿Sabes por qué Febrero solo tiene 28 días?
¿Y por qué solo a veces, febrero tiene 29? estas preguntas que siempre rondan nuestra mente en esta época del año, merecen que se les preste debida atención pues el tema no es muy sencillo de explicar a la primera. Tampoco es que sea muy complejo, pero reviste importancia pues nos conecta con la evolución de las nociones del tiempo y el paso de los días, semanas, meses y años que fueron concebidos en épocas pretéritas, en las que no existían relojes, ni telescopios ni sofisticados sistemas de GPS o ubicación satelital. En esta nota les contamos el por qué de los Años Bisiestos y la historia de los nombres de los meses que hoy rigen nuestro calendario vigente.
Los nombres de los meses del calendario gregoriano actual con el que dividimos el espacio en el tiempo que corresponde a doce meses, tienen su origen en el antiguo calendario romano. En la época anterior al emperador Julio Cesar en la antigua Roma, el calendario constaba de diez meses, el año comenzaba con el mes de marzo y concluía con el mes de diciembre.
Los cuatro primeros meses del año eran denominados de la siguiente manera:
- Martius: en honor a Marte con 31 días
- Aprilis: en honor a Afrodita con 30 días
- Maius: en honor a Maya con 31 días
- Iunius: en honor a Juno con 30 días
Los meses siguientes, tenían todos nombres que correspondían a su orden numérico dentro del calendario. Así Quintilis era el quinto mes y constaba de 31 días, Sextilis era el sexto mes y tenía 30 días, September contaba con 30 días y era el séptimo mes, October era el octavo mes y tenía 31 días, November era la denominación que se le daba al noveno mes con 30 días y finalmente December era el décimo mes con 30 días también.
La suma total de todos estos diez meses era de 304 días, los restantes 61 días que conocemos en el calendario de hoy en día, eran los días de invierno que no eran considerados de importancia porque no servían para sembrar ni cosechar en una economía que se mantenía principalmente de la producción agrícola.
El rey Numa Pompilio decidió llevar a cabo una reforma del calendario, adicionando un mes al inicio del almanaque y uno al final. Esta reforma estableció un año de 12 meses, tal y como lo conocemos en nuestros días. La modificación creó un nuevo calendario que correspondía a un año que estaba en conjunción con el ciclo lunar.
En la antigua Roma, los números pares eran considerados como números de mala suerte por los romanos, se decía que eran acompañantes de la mala fortuna por lo que en el año 713 antes de Cristo el mismo Numa Pompilio, eliminó un día a los meses de 30, dejando la nueva organización del año de la siguiente manera:
- Ianuarius (enero, 28 +1 = 29 días), en honor de Jano
- Martius (31 días)
- Aprilis (29 días)
- Maius (31 días)
- Iunius (29 días)
- Quintilis (31 días)
- Sextilis (29 días)
- September (29 días)
- October (31 días)
- November (29 días)
- December (29 días)
- Februarius (febrero, 28 días), mes de la purificación (februa)
Se decidió también, añadir un día más a enero que originalmente contaba con 28 días para alejarlo de su condición de poseedor de mala fortuna, por lo que finalmente solo quedó Februarius como único mes con un número par de días. El resultado fue un calendario lunar de 354-355 días que no era compatible con el calendario solar de 365 días, situación que hizo inevitable la adición de ciertos días para poder sincronizarlo con las estaciones del año.
Alrededor del 450 antes de Cristo, se establece el calendario Republicano en el que se sumaba un mes más cada dos años, el nuevo mes era llamado “Mercedonius”, mes en que los mercenarios cobraban por sus servicios. El inconveniente era que este nuevo mes contaba con solo 27 días y cada vez que se incluía en el calendario, dejaba a Febrero con solo 23 o 24 días. En esta época se decidió también ajustar el año calendario al año solar de 366 días y se modificó el orden original porque Febrero pasó de ocupar el último lugar en el calendario a ocupar el segundo
En el 45 antes de Cristo, Julio César eliminó el mes de los mercenarios e impuso el calendario Juliano, calendario en el que los meses constaban de la misma cantidad de días que los meses que conocemos hoy en día. El mismo Julio César decidió que cada cuatro años habría lo que se conoce como un año bisiesto, año al que se le añadiría un día. Este nuevo día sería incluido al mes de febrero porque era el más corto y además era el día considerado como de mala fortuna. Es de esta forma que, a través de muchas variaciones y modificaciones un tanto confusas, el mes de febrero es hoy en día un mes que cada cuatro años cuenta con 29 días.
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