Un virus letal y hasta ahora sin cura: El Ébola
En las últimas semanas hemos escuchado y leído mucho acerca del avance de la epidemia de Ébola en el continente africano e incluso del contagio de personas extranjeras que se encontraban trabajando como voluntarios y personal médico que han sido repatriados con máximas medidas de seguridad a sus países para evitar la propagación de la enfermedad en otros continentes. A pesar de que se trata de un mal que se desarrolla a miles de kilómetros de distancia de nuestro país, es importante conocer un poco más acerca de la enfermedad que está cobrando tantas vidas en otras latitudes y que hasta hoy no tiene cura.
En el siguiente artículo revisamos brevemente los orígenes y características del letal virus del Ébola así como las medidas internacionales que están tomando los países para evitar el ingreso de esta enfermedad a través de las personas que viajan a los diversos países en todos los continentes.
Más de mil personas han muerto en África occidental y la epidemia es una de las más fuertes desde que se descubrió este mortal mal por primera vez en 1976 en Zaire, actual República del Congo. Un Sacerdote de nacionalidad española fallecido recientemente y un voluntario norteamericano que se encuentra actualmente en cuarentena son las víctimas más recientes de esta rara enfermedad.
En nuestro país el MINSA ha tomado sus precauciones ante una posible llegada de la enfermedad y se han acondicionado laboratorios que aíslan y hermetizan ambientes enteros a fin de no dejar salir la epidemia al exterior. Estos laboratorios cuentan con tres capas de presión atmosférica que hacen imposible el escape del virus fuera del ambiente de aislamiento. La Organización Mundial de la Salud ha autorizado el tratamiento con métodos experimentales contra esta peligrosa epidemia. En el mundo entero se habla sobre esta letal afección, sin embargo no muchos saben de qué se trata exactamente el Ébola.
El nombre de este trastorno de la salud proviene del río Ébola, que se encuentra en la República del Congo. El virus causa en el ser humano la enfermedad homónima, antes conocida como fiebre hemorrágica del Ébola. La fiebre que produce esta extraña enfermedad es causada por un bacilo que pertenece a la familia de virus conocida como Filoviridae.
La ciencia médica ha concluido que cuatro tipos reconocidos de esta fatal enfermedad causan el sufrimiento en los humanos: el virus del Ébola-Zaire; el virus del Ébola-Sudán, el virus del Ébola-Costa de Marfil y el virus del Ébola-Bundibugyo. La especie denominada Zaire, primera de las especies en ser reconocida, es también la más mortífera y la más resistente a los tratamientos médicos. El virus ha causado hasta ahora la muerte del 90% de los infectados debido a las incontenibles hemorragias que provoca.
Los primeros síntomas que presenta el Ébola durante el periodo de incubación son los siguientes: artritis, dolor de espalda (lumbago), escalofríos, diarrea, fatiga, fiebre, dolor de cabeza, malestar náuseas, dolor de garganta y vómitos. El Ébola no se contrae como la gripe. El ser humano no se contagia simplemente con el hecho de sentarse al lado de alguien infectado. La transmisión de este virus ocurre generalmente cuando el paciente se encuentra en una etapa muy avanzada de la enfermedad, es decir cuando tiene mucha fiebre y síntomas inequívocos del Ébola
En África, existen pruebas de que el Ébola se encuentra en el organismo de algunos murciélagos. La población entra en contacto con la enfermedad a través del roce directo con algunos de ellos o con monos enfermos u otros animales del bosque que se han expuesto al contacto con murciélagos, situación que permite que la epidemia crezca y sea difícil de contener.
Hasta el momento no existe una cura contra el Ébola, los medicamentos utilizados no logran controlar la peste, solo actúan como paliativos y los tratamientos que se utilizan en la actualidad son de soporte cardiopulmonar y de medicina intensiva. Entonces ¿qué hacer ante esta rara y mortal enfermedad? En las regiones donde existen muchos infectados, los expertos recomiendan la adecuación de salas de aislamiento y el tratamiento de los enfermos con analgésicos y líquidos, se cree a raíz de algunos resultados que esto les ayuda a combatir la infección. El aislamiento total del cuerpo mediante la utilización de trajes especiales es también imperioso para los especialistas que entran en contacto con los pacientes.
Tomando como base las estadísticas que existen, en el 2003 se contabilizaron en la República del Congo 153 personas afectadas por la variedad Ébola-Zaire, de este total fallecieron 128 es decir el 90% de los infectados. En el 2007 la enfermedad volvió a aparecer en el mismo país, afectando aquella vez a 264 personas de las cuales perecieron 187. El mismo año en Uganda se registró un brote en el distrito occidental de Bundibugyo, con 149 infectados y 37 muertos. En marzo del 2014 se localizó un brote en Guinea causado por la cepa Zaire que dejó un centenar de muertos. Se han detectado casi mil casos repartidos entre Sierra Leona, Guinea y Liberia en lo que va del año.
El Ébola supone un verdadero reto para los médicos alrededor del mundo, no se ha desarrollado todavía una medicina eficaz para combatir este terrible bacilo, es por eso que lo mejor que se puede hacer hasta ahora es evitar el contagio de más población y que la enfermedad pueda llegar hasta otros continentes.
www.who.int/mediacentre/factsheets/fs103/es/
¿Por qué es tan letal el virus Ébola?
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