¿Y quién fue Augusto Pérez Araníbar?

Augusto Pérez AraníbarEn estos días previos a la Navidad, resulta útil recordar la impronta de aquellos personajes que mostraron solidaridad, desprendimiento y vocación de servicio, que antepusieron conceptos como el bien común y la buena convivencia a intereses particulares. Nuestra sociedad, a nivel mundial, necesita de vez en cuando recordar estos ejemplos que nos deja la historia para entender que, ya sea desde un cargo público o desde la actividad privada. se puede hacer mucho por los demás sin necesidad de grandes presupuestos o despliegues publicitarios. La beneficencia fue una de las primeras formas de seguridad social en la historia de la humanidad, como una de las consecuencias asociadas directamente a la Revolución Industrial de mediados del siglo 19: paralelamente a la sistematización del trabajo humano surgieron grupos enormes de personas que, no estando en capacidad de insertarse al naciente mercado laboral (niños, mujeres embarazadas, ancianos) quedaron en situación de abandono. A través de la historia han sido muchos los personajes preocupados por este tema en diversos países del mundo. En el perú, destaca por su espíritu benefactor don Augusto Pérez Araníbar, a quien recordaremos hoy en «¿Y quién fue?»

Augusto E. Pérez Araníbar Hurtado (Arequipa, 26 de octubre de 1858-Lima, marzo de 1958), fue un afamado médico y filántropo preocupado por los aspectos sociales peruanos. Promovió grandes obras de alcance social principalmente durante su gestión como director de la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima.

Fue hijo de Manuel Pérez Araníbar y María Hurtado y Tapia. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Al estallar la Guerra del Pacífico, ofreció sus servicios profesionales al gobierno, junto con sus condiscípulos. Fue incorporado a la cuarta ambulancia en calidad de practicante, el 29 de septiembre de 1879 e integró la expedición que llevó medicinas al asediado puerto de Arica en 1880. Durante la defensa de Lima, atendió a los heridos de la batalla de San Juan y la de Miraflores, en enero de 1881. Continuó dicha labor hasta la firma de la paz en 1883.

En 1882 se graduó de bachiller, con una tesis nacida de su experiencia en los hospitales de campaña: «Heridas por arma de fuego y su influencia sobre la diátesis», que fue publicado en los Anales Universitarios por acuerdo de la Facultad. Se recibió como médico en 1883 y se graduó de licenciado y doctor con tesis sobre la «Investigación de los venenos orgánicos y aguas medicinales».

Fue promovido a cirujano mayor del ejército en 1885 y retornó a Arequipa, posiblemente en comisión de servicio. En 1892 fue elegido diputado suplente por la provincia de Castilla, concurriendo a la legislatura de 1893. Sin embargo, dicha experiencia no le fue satisfactoria y abandonó la política.
En 1903 viajó a Europa, donde se interesó en los avances sobre el tratamiento de las enfermedades del aparato digestivo y en la construcción de hospitales. Como delegado del Perú, asistió al Congreso Médico Internacional realizado en Madrid, donde le tocó pronunciar el discurso de clausura. Luego viajó a Estados Unidos.

Retornó a Lima, trayendo consigo planos, prospectos, libros e iniciativas. Ejerció entonces su profesión y se especializó en las enfermedades gástricas. Fue incorporado a la Sociedad de Beneficencia Pública en 1905, de la que fue sucesivamente vicedirector de 1913 a 1916 y director entre 1916 y 1918. Presentó una serie de iniciativas a favor de la infancia y la ancianidad desvalida, y todas las llevó a cabo, convenciendo a las empresas y hombres de fortuna a colaborar en tales obras filantrópicas.

Como director de la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima planteó la ejecución de obras de tipo asistencial, entre las que resaltan las siguientes:

  • Un Puericultorio, que hasta la actualidad subsiste, construido sobre un área de 108,000 m², en la Av. del Ejército, en el distrito de Magdalena del Mar, en la cual fueron agrupados todos los centros creados para la asistencia de huérfanos. El costo del edificio llegó a más de medio millón de soles (de principios del siglo XX), que Pérez Araníbar obtuvo de diversas donaciones. Este enorme albergue lleva hasta hoy su nombre.
  • El Hospital Arzobispo Loayza, ubicado en la avenida Alfonso Ugarte, en el centro de Lima, inicialmente pensado para la atención de mujeres. Actualmente, es uno de los más importantes hospitales públicos del Perú.
  • Un asilo nocturno para resguardar hasta por tres noches a 200 personas de ambos sexos, que eventualmente carecieran de techo.
  • Cámaras de lactancia o “cunas”, adscritas a las fábricas para que las madres obreras lactantes dejaran a sus infantes mientras trabajaban.

Totalmente entregado a su labor filantrópica, Pérez Araníbar se negó a aceptar cargos como la alcaldía, ministerios de Estado o representaciones en el Parlamento Nacional, a fin de velar personalmente sobre las instituciones caritativas que había impulsado.

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One Response to ¿Y quién fue Augusto Pérez Araníbar?

  1. SOLEDAD LAMAS dice:

    Estas vidas trascienden en las generaciones que los conocen, y cuando los conocemos,nos elevan el espíritu y el alma; cuánto más podría mejorar una sociedad si se dedicara a mostrar estos valores en vez de lo que vemos a diario en la mayoría de los medios de comunicación.

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