¿Y quién fue San Juan Bosco?

San Juan BoscoEn una de las principales avenidas de Lima Metropolitana, la Av. Brasil, se levanta el local del colegio Salesiano, una de las instituciones religiosas con mayor tradición y presencia en Latinoamérica. Su fundador fue un sacerdote italiano conocido como Don Bosco, nombre que hoy identifica colegios, institutos y hasta restaurantes de la ciudad. Don Bosco tuvo una especial preocupación por los niños más pobres y, sobre la base de eso, generaciones y generaciones de alumnos se han convertido en profesionales de diversas carreras siguiendo, cada uno desde sus propias ópticas, los preceptos aprendidos en las aulas de estas instituciones educativas que actualmente funcionan en Lima, Callao, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Huancayo y Piura. Pero ¿quién fue San Juan Bosco? conozcamos más de la vida de este personaje en una nueva entrega de “¿Y quién fue?”


Juan Melchor Bosco Occhiena fue un educador, clérigo y escritor nacido en Becchi, Italia, un 16 de agosto del año 1815. Juan Bosco tuvo una niñez desprovista de comodidades, porque después del fallecimiento su padre, se vio obligado a trabajar arduamente y sin descanso para sacar adelante y mantener la hacienda que era posesión de su familia. Con la finalidad de pagar sus estudios, el futuro sacerdote realizó toda clase de oficios.

Sus biógrafos cuentan que a la edad de 9 años, San Juan Bosco tuvo un sueño que cambió su vida: en el sueño, le pareció estar en medio de una multitud de chicos que estaba jugando, pero algunos de ellos blasfemaban. Rápidamente, Juanito se arrojó sobre los que blasfemaban con el objetivo de hacerlos callar a golpes; en ese preciso momento se le presentó un personaje que le dijo: “No, con golpes no, sino con la mansedumbre y con la caridad deberás ganarte a estos tus amigos. Yo te presentaré la guía bajo cuya formación llegarás a ser sabio; y sin la cual, toda sabiduría se convierte en necedad”. El personaje que le habló en su sueño era Jesús y la maestra de la que hablaba era María Santísima.

San Juan Bosco logró ordenarse como clérigo en 1841. Desde muy temprana edad, mostró preocupación por la suerte de los niños pobres, particularmente por la problemática de los que no tenían acceso a la educación. En 1842 fundó el Oratorio de San Francisco de Sales, estableciendo las bases de la Congregación de los sacerdotes de San Francisco de Sales, o Salesianos en 1851, esta congregación fue finalmente aprobada como tal en 1860.

Esta institución, dedicada a la enseñanza de los niños necesitados (se les enseñaba diversos oficios y los preceptos de la vida cristiana), se desarrolló con rapidez gracias al hecho que San Juan Bosco fue uno de los grandes pedagogos del siglo XIX. Los inicios de la Congregación Salesiana de Don Bosco fueron muy complicados y ocasionaron serios problemas, especialmente en lo concerniente a su aprobación definitiva.

Todos estos infortunios valieron la pena porque hoy en día, las instituciones salesianas comprenden escuelas primaria y segunda enseñanza, seminarios, escuelas para adultos, escuelas técnicas y de agricultura, talleres de imprenta librería y hospitales.

La siguiente gran obra que Don Bosco legó al mundo fue la fundación de una congregación femenina. La congregación se inauguró en 1872, con la toma del hábito de 27 jóvenes a las que el santo llamó Hijas de Nuestra Señora, Auxilio de los Cristianos.

Además de ser un gran educador y el fundador de una de las más grandes congregaciones a nivel mundial, San Juan Bosco publicó más de cuarenta libros teológicos y pedagógicos, entre los cuales cabe destacar El joven instruido, obra de la que se llegaron a publicar más de cincuenta ediciones y un millón de ejemplares durante el siglo XIX. Con el tiempo, el sacerdote se encargaría también de compilar y editar los llamados Sueños de Don Bosco, un total de 159 sueños en ocasiones premonitorios que tuvo a lo largo de su vida.

A San Juan Bosco se le atribuye haber manifestado su cosmovisión de la siguiente forma: ”Mis queridos y amados hijos en Jesucristo: antes de partir para mi eternidad, debo cumplir con vosotros algunos deberes y satisfacer así un vivo deseo de mi corazón. Ante todo, os agradezco con el más vivo afecto de mi corazón la obediencia que me habéis prestado y cuanto habéis trabajado para sostener y propagar nuestra Congregación”.

Sobre San Juan Bosco, se puede afirmar sin temor a equivocarse que además de hombre de caridad muy activa, fue un hombre con una gran e inolvidable mística. Toda su obra tuvo su origen y fuente en la íntima relación que lo unía a Dios. Desde joven cultivó cuidadosamente su profunda fe y siempre fue fiel al designio que Dios había predispuesto para él. Cada uno de sus pasos fue guiado por María Santísima, Inspiradora y luz de todas sus empresas.

San Juan Bosco dejó de existir un 31 de enero de 1888 a la edad de 72 años. Su obra para ayudar a los menores necesitados es monumental y sigue teniendo vigencia entre nosotros.

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